Libro 2 de la trilogía de F1 "Un Beso"
Trilogía de historias independientes, interconectados, que se pueden leer en cualquier orden.
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La historia se puede llegar a repetir si Charles y Lucy no tienen cuidado...
Gracias al descubrimiento de que un...
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Charles Leclerc
Llego el viernes y tenía claro que vería a la colombiana hasta mañana, ya que solo logré conseguir pases para el sábado y el domingo. En la práctica libre quedé cuarto y en la quali para tener las posiciones de la carrera sprint también quedé en la misma posición.
El sábado, la vi solamente de lejos, ni siquiera pude hablarles de lo ocupado que estaba y ella disfrutaba de pasearse agarrada de la mano con su novio lleno de tatuajes.
Charlotte cada que se los encontraba les hablaba, hasta los invitó a los boxes para la carrera de 100 km. Me parecía super irónico e hipócrita de su parte que fuera amable con ella cuando estábamos en Monte Carlo habló de Lucy como una cualquiera.
De hecho, después de los premios de arquitectos del sábado pasado, tuvimos una discusión acerca de eso. Odiaba que me hiciera conseguir pases solo porque a ella le parecía genial invitar a gente.
"—No entiendo para qué los invitas si en Mónaco decías que la odiabas.— hablé con molestia mientras me quitaba la corbata.
—Porque está claro que a ella le gustas y quiero que sepa que eres mío, yo soy la que vivo esa vida de wag, no ella.
—¿Solamente haces esto para marcar territorio?
— Pues si. — respondió con obviedad. — Ella debe de saber quien soy.
— No creo que invitándola al paddock lo logres, menos cuando estuviste coqueteando con su novio toda la noche sin que ella supiera una palabra. — la regañe.
—¡No coquetee con él! Nada más hablamos de arquitectura. — respondió alterada.
— Si claro, Charlotte.
Termine la conversación al meterme a las sábanas y apagar la luz, sin importarme lo que tuviera que decir ella.
Estaba asqueado de toda esta situación y nada más quería irme a dormir después de haber tenido tan larga noche.
Mi único beneficio fue haber tenido sexo con la colombiana porque por lo demás fui un completo payaso ahí sentado dejando que Michael tratará bonito a mi novia.
Era un completo patán ese tipo."
En la práctica dos quede segundo, así que tenía muchísimas esperanzas para la carrera de más tarde. Y por suerte, logre mantenerme hasta el final en la posición que quede en la clasificación; aunque no logre tener ningún punto.
Hoy, domingo, solo quedaba la carrera y comenzaría cuarto al haber quedado en esa posición ayer. Solamente vi a Michael y a Lucy antes de subirme al monoplaza ya en la línea de partida.
Ambos me desearon buena suerte, pero lo único que quería yo es que él no estuviera aquí y apreciarla a ella como se debía. La colombiana llevaba un outfit de muy fan de Ferrari, tenía puesta una chaqueta vintage encima de su croptop negro y jeans del mismo color. Pero lo mejor de todo el conjunto es que llevaba puesta una gorra con el número dieciséis en esta, es decir, mi número.
