(31) Elysian

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Lucy Montenegro

Soy la única presente que puede contar lo que ha pasado después de la graduación al no poder tomar ni una gota de alcohol porque estoy embarazada. De hecho, el martes cumplo los cinco meses, pero ahora es sábado y me parece prudente decirles todo lo que pasó.

Luego del acto de graduación decidimos ir todos a celebrar, fuimos a almorzar todos juntos y luego se hizo un poco tarde, así que los jóvenes tomamos la decisión de ir por unos tragos a otro lado. Los padres de Millie, mi madre y la de Livvie se quedaron en el restaurante y nosotros fuimos a la discoteca que estaba cerca de mi casa, lo que significaba exclusividad, más si venían varios pilotos de la Fórmula uno con nostras.

Y creo que había sido una muy mala idea dejar a los adultos responsables en el restaurante porque ahora yo me estaba encargando de casi que todos, estaban bastante tomados y hacían estupideces.

—¡Tómate un shot conmigo! — me grito por encima de la música Amélie.

—¡Que no puedo! Estoy embarazada — le recordé.

—¡Anda! No pasará nada — siguió insistiendo la venezolana.

Sabía lo terca que se ponía cuando hablábamos del alcohol, le gustaba que todas estuviéramos en el mismo nivel de borrachera para así disfrutar y reírnos de lo mismo después, para que posteriormente ninguna pudiera reprochar que estaba más tomada que la otra y que nos tocó cuidar.

Sin embargo, yo estoy vez si no podía tomar absolutamente nada, solo bebidas vírgenes, así que tomé su shot y cuando ella se lo inclinó a sus labios yo lo tiré al suelo, intentando que no viera.

—¡Esoo! — grito de nuevo cuando vio vasillo mi vaso — ¡Ahora vamos a bailar!

La seguí y dejé que pasara adelante para qué me guiará a donde deseaba ir a bailar, — Regreso luego — le avisé a Charles antes de que luego se preocupara buscándome.

En los altavoces sonaba música latina, específicamente reggaetón, la cual para Millie y para mí era muchísimo más fácil bailarla. Así que cuando llegamos a donde estaba Livvie, Daniel y George, ella se pegó a mi cuerpo y comenzamos a mover las caderas al ritmo de la música como lo hacíamos antes.

Intentó perrearme, pero le fue imposible por mi panza de casi cinco meses, — No me deja bailarte bien lo que traes encima — habló mientras se tomaba el cabello con una coleta.

Ni siquiera se me notaba mucho, pero seguramente que sentía extraño perrear a algo bastante duro y no a lo que usualmente hacía, así que se alejó de mí y fue a moverle el trasero a Russell.

Me quedé acompañándolos un rato, observando que Amélie y Olivia no hicieran cosas de las que luego se pudieran arrepentir, hasta que Charles llegó a mi lado, —¿Es en serio que le está bailando a George? — preguntó un tanto alterado.

Trató de interrumpir su baile, sin embargo, no lo dejé. Mi amiga tenía todo el derecho de disfrutar con quien quisiese. — Déjala y mejor baila conmigo — le susurré al oído de manera seductora.

Él me hizo caso y dejo que me pegara a su pecho para yo ahora mover mis caderas a su lado. Tenía sus manos al rededor de mi cintura, casi que estaba sosteniendo al bebé, y se dejaba llevar por mi baile.

Aunque ni siquiera parecía que le gustaba, —¿Acaso te doy asco? — me alejé un poco de su espalda y lo encaré.

— Para nada. No estoy muy cómodo viendo a mi hermana bailarle a un amigo, como tú lo haces conmigo — habló un poco inquieto. — Creo que me sentía más relajado cuando la veía bailar con Lando.

Infidèles | Formula 1 ▪️ Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora