Charles Leclerc
Charlotte se había aparecido en el Gran Premio de Países Bajos.
Y a pesar de que yo había subido una historia en la que afirmaba que ella y yo terminamos, mi manager me hizo pasar tiempo con ella ante las cámaras para que pensaran que aunque sea éramos amigos.
Sin embargo, para ninguno de los medios ni los fans tenía sentido esto, después de que ella haya expuesto a Lucy de esa manera.
Mi manager me dijo que al mostrarme con amistad con Charlotte haría que Lucy dejara de ser atacada y esperaba que así fuera porque estos últimos días los paparazzi la persiguen a todos lados y ella comenzaba a evitar contestarme para no desatar su furor por lo que estaba pasando.
Mi media hermana me escribió luego de la carrera para hacerme saber que su amiga estaba molesta conmigo y que lo arreglase.
Afortunadamente, saque buenos puntos para el campeonato; así que no dude en tomar un vuelo para ir hasta Miami. Solo podía ir unos dos días, pero creo que era la mejor manera de estar para Lucía y apoyarla.
A las seis de la tarde del domingo salí del aeropuerto de Ámsterdam y llegue a las once de la noche del mismo día a Miami. Amélie llego por mí al aeropuerto y me llevo a la casa de la madre de Lu.
— ¿Y llegarás con las manos vacías? — a mitad del camino me preguntó mi media hermana.
— Ehhh, ¿debía traer algo? — pregunté confuso. — Pensé que mi presencia era suficiente.
— Es de mala educación llegar a casa de la chica que puede estar portando tu hijo sin ni siquiera un regalo.
— Traigo en la maleta unos chocolates.
— Seguro que ya están derretidos. — dijo mientras se estacionaba en supermercado. — Tienes suerte que Walmart cierra tarde.
— ¿Y qué le compro? — cuestioné a la vez que me bajaba del coche.
— Deberías de ya saber lo que le gusta. — se río irónicamente.
— Solo sé que le gustan las hamburguesas y las cosas caras. — me rasque la nuca.
Entramos al supermercado y Amélie me guio por los pasillos, dándome sugerencias sobre posibles regalos para Lucía. Aunque me sentía algo perdido, traté de recordar las pequeñas cosas que le gustaban. Después de unos minutos de búsqueda, opté por comprar una caja de chocolates finos, una de sus hamburguesas favoritas y un ramo de flores que, según Amélie, eran sus favoritas.
— Creo que esto estará bien, ¿no? — le pregunté, mostrándole los artículos en el carrito.
Amélie asintió con aprobación y pagamos en la caja antes de regresar al coche. Durante el camino de vuelta, mi media hermana me dio algunos consejos sobre cómo abordar la situación con Lucía.
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Infidèles | Formula 1 ▪️ Charles Leclerc
FanfictionLibro 2 de la trilogía de F1 "Un Beso" Trilogía de historias independientes, interconectados, que se pueden leer en cualquier orden. - La historia se puede llegar a repetir si Charles y Lucy no tienen cuidado... Gracias al descubrimiento de que un...