(26) Raabta

1.3K 124 6
                                    

Lucy Montenegro

Amanecí en los brazos de Charles.

Y realmente había sentido una paz.

Logre dormir después del desastre que vinieron a hacer Charlotte y Michael por el simple hecho de que él estaba aquí.

Sí me hacía sentir protegida.

Sin embargo, me levanté súper temprano porque las náuseas me atacaron horrible.

Me safe de los brazos de monegasco como pude, ya que me tenía abrazada, y fui corriendo al baño para vomitar las hamburguesas que había traído.

Leclerc se levantó asustado de escuchar mis horcadas y entro al baño a recogerme el cabello para que no se ensuciara.

Que gesto tan simple pero tan lindo.

— ¿Estás bien? — preguntó cuando ya pare de vomitar.

Simplemente, pude asentir, me sentía débil de tanto vomitar.

— ¿Quieres ir al doctor? — insistió.

— No, tranquilo. Es normal según lo que leí.

Dudo un momento, — Okay, te traeré algo de agua.

— Gracias.

Cuando él salió del cuarto de baño yo prendí la tina para que se llenase de agua caliente y puse sales marinas.

Me quité la pijama y cuando estaba a punto de meterme en la espumosa agua, Charles volvió a entrar.

— Perdón, eh, aquí está el agua — se tapó los ojos con la mano mientras dejaba el vaso en la mesa del lavábamos.

No pude evitar carcajearme, — No es nada que no hayas visto antes.

— Tienes razón.

Se quitó las manos de los ojos y admiro por un momento mi cuerpo, fijándose más tiempo en mis pechos.

— ¿Quieres bañarte conmigo? — sugerí.

Me acerque lentamente a él y deje un beso en sus labios.

Dirigí mis manos hacia su camisa de pijama y pase mis dedos por debajo de está para sentir sus abdominales. Él quitó su short y caminamos ambos a la tina para meternos.

Me recosté sobre su pecho y estuvimos un buen rato en la bañera, relajándonos.

— ¿Lucy? — corto el silencio el monegasco.

— ¿Sí? — volteé mi cabeza para verlo a los ojos.

— ¿De quién quieres que sea el bebé? — preguntó tímidamente.

No me esperaba esa pregunta.

Me quede callada por un momento y él se dio cuenta de aquello, pues agrego, — No pasa nada si no soy yo, solo me surgió curiosidad.

— Si te soy sincera, no lo sé.

— ¿Por qué?

— Porque no planeábamos esto, Charles. Simplemente, sucedió, y ahora estoy tratando de procesarlo todo. No quiero tener una preferencia sin saber la realidad. — respondí sinceramente mientras jugaba con el agua entre mis dedos.

Aunque en mi interior sí había una preferencia.

Claro que era Charles.

No lo conocía de mucho, pero sabía que sería un buen padre y mil veces mejor que Michael.

Pero me daba miedo de decirle aquello.

Me iba a mostrar de más.

Y todavía no tenía claro si realmente quería tenerlo.

Infidèles | Formula 1 ▪️ Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora