A T H E N E A : cicatrices y secretos [Saga Monsters #1]

Cap 9

¡Cuidado!
Zona De Fuego

—¿Como que tu papá llega todas las mañana de un prostíbulo?—No podía creer que lo que escuchaba del papá de Joshua.

—No tengo pruebas, pero tampoco dudas—Susurro—Lo que si se es que el a estado yendo a un bar oculto.

—¿Dónde?—Pense por un momento que tal vez se refería al bar gay del que Carl hablaba tanto, pero no podía ser, era para gays, ¿Cierto?.

—¿Recuerdas el bar que tanto mencionó Carl?—Joshua empezó a servir un poco de té en una taza de porcelana—Bueno, lo deje ahí por eso.

—¿Que?, ¿No entiendo?—Estaba un poco descolocada de lo que pasaba, me sentí ajena.

—Dios Athenea, si que eres muy distraída, ¿Acaso no te das cuenta de las cosas?—Sonaba de manera monótona, y me miró con cansancio—¿En serio creés que dejaría a mi hermano a su suerte en un lugar desconocido, y con personas desconocidas?.

—Pues....

—No puedo creer que pienses eso de mi, es mi hermano menor, jamás haría algo como eso—Sono muy serio—Descubrimos que en ese bar, el se la pasa todos los sábados hasta los domingos en la mañana.

—Vaya, no tenía ni idea, es una locura, ¿Se lo han dicho a su madre?, ¿Lo han enfrentado?—Enarque una ceja.

—No es tan fácil Ath, además el es muy convincente, no sé que hace para que ella le crea.

—No lo sé Josh, lamento que te sea sincera, pero siento que esto no es asunto mío—Me sentía rara por la situación, creo que lo mejor era escapar—Hablando de otra cosa, ¿Cómo llegué aquí?.

—¿De que estás hablando?—Joshua parecía confundido, pero monótono.

—Aquí, a tú casa, en tu cama.

—Te desmayaste y entre en pánico—Puso cara de poker, luego me dió la taza de té.

—Gracias, y ¿En serio?—Recorde lo de la mansión Anderson.

las personas que están aquí sentadas.... morirán.

—Enserio Ath, no soy un monstruo—Fruncio ligeramente el ceño—A no ser que...

—¿Que?—Fruncí el ceño tambien, y con un sonrisa divertida posada en mis labios.

—¿Tu quieres que lo sea?—Otra vez esa mirada brillante y esa sonrisa pícara y magnética que tanto me gustaba.

—No lo sé, ¿Eres uno?—Lo mire con perspicacia, me levanté de la silla, y me acerque a Joshua, con cautela.

—Siento que no estamos hablando de lo mismo...—Fruncío otra vez el ceño, y me miró con confusión, mirando cada movimiento que hacía.

—¿Te puedo hacer una pregunta... Joshua?—Estaba frente a el, mirándolo, con la cara más seria que podía poner, quería ser directa, ir al grano, sin rodeos. No iba a permitir que la duda me comiera—¿Por casualidad conoces a alguien llamado...

Arqueó una ceja, estaba genuinamente confundido, me miró entrecerrado los ojos—¿Llamado...como?

—¿Axel?—Su reacción fue solo más confusión, como si le hablara en otro idioma.

—No, no conozco a alguien llamado Axel—Solo rió—aunque...

—¿Aunque?—¿Lo soltaría?, ¿Me lo diría?.

—Ese nombre me suena—Fruncio el ceño y puso su dedo índice en su labio superior, como si estuviera pensando en algo.

—¿Si?—Lo sabía, el sabía algo, tenía que saber. No me trago eso de que solo fue un sueño.