Cap 12

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Circo Sangriento

Presente

Corrí hacia las tiendas de comida que habían, me escondí detrás de un carrito de algodón de azúcar. Me asome un poco para ver hacía la puerta. Y ahí lo ví, era Axel, aún tenía su traje, y el sombrero negro de copa, se quitó el maquillaje de la cara, pero parece que no muy bien, porque tenía pintura negra regada por sus mejillas, por toda la cara en sí, como si no hubiera dormido en días. Había salido de la puerta, estaba buscando algo, luego sonrió cuando lo encontro, y caminando de una manera muy cómica fue hasta unos arbustos, saco un cuchillo y un frasco transparente, con un líquido marrón.

El cuchillo se lo guardo en el pantalón, y el frasco lo sostuvo en su mano. Lo siguiente que sucedió....pues....yo estaba casi cerca de esos arbustos. El me miró, su mirada era aterradora, analizadora, y penetrante—Bu—Susurro el, al mirarme fijamente.

Me quedé congelada, estaba hay agachada como una imbécil, mis piernas no reaccionaban, como si estuviera pegada al suelo o algo así.

—Te dejaré unos segundos de ventaja—Empezo a contar de una forma graciosa, del 10 al 1—Amo verte correr.

Por fin algo en mis piernas se activo, me levanté rápido y empeze a correr, tropezandome con un chico de mi salón el cuál estaba comiendo helado. Me embarre de helado de chocolate toda la camisa.

Primero sangre y ahora helado, pero que asco.


Seguí corriendo hasta que me metí a una tienda gigante que decía “Sala de la risa”, con lo primero que me tope fue una sala llena de tubos negros, luces rojas y el suelo y las paredes estaban todas de color morado, básicamente todo daba vibras a lujuria.
Había una canción sonando, muy suave, pegajosa y aterrador ritmo.

Axel atravesó la puerta, entrando a dónde me encontraba. El me miró, brillante, y con una sonrisa espeluznante posada en sus labios. Mi corazón latía muy rápido, estaba realmente asustada, y con lágrimas en los ojos corrí hacia la otra sala.

Axel me perseguia, y yo solo quería salvar mi vida, realmente correr lejos, sentí como si una manada de lobos hambrientos estuviera detrás de mí, persiguiendome, rastreandome, queriendo un poco de mi para luego hacer lo que les de la gana.

Entre a otra sala, habían puros espejos, y yo como especial pendeja que soy me tropecé con uno. Me dolió mucho la nariz con eso.
Escuché una risa bizarra, pero creo que eso era parte de la sala, no lo supe, tan solo trate de no chocar con otro espejo.

—¡Athenea!—Grito Axel con una voz cantarina.

Yo solo me tropecé cómo 7 veces, hasta que me tropecé con Axel.

—Te encontré—Se acerco a mí, con esos ojos intensos, y esa sonrisa aterradora, el solo me miraba de una forma maliciosa—Eres mía...

Chille, y sin mirar lo golpeé en la cara. Mi mano y mis dedos botaban sangre, se escurrió muy rápido. Resulta que solo era un jodido espejo. Agarrando mi puño con mi mano derecha, trata de escapar otra vez. Y cuando por fin ví la salida, no lo pensé dos veces y corrí hacía ella.

Entre en una tercera sala, yo solo rezaba para que fuera la última. En esta sala habían rayas negras y blancas, pero dobladas, o tal vez solo era el efecto visual que emanaban, de todas formas, la luz azul que salía de algunas partes más las rayas por todos lados, me marearon, empezaba a tener náuseas, y me empeze a sentir débil. Luego ví al final una puerta, también con rayas negras y blancas, lo logré, fuí hasta ella, la abrí, y pude salir.

Luego fuí hasta unos arbustos, y vomité, fue muy asqueroso. Sentí que liberaba un peso gigante. Después escuché una puerta abrirse, cuando gire, ví otra vez a Axel, está vez con una mirada vacía, y sin sonrisas, me miró fijamente.

A T H E N E A : cicatrices y secretos [Saga Monsters #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora