El Diablo, La Bruja Y El Verdugo
Denil Anderson
Ella venía por mí, ya lo sabía, pero no creí que fuera tan pronto...mi pequeña Dany...
-¡Vamos pues, atrevete maricon!-bramó un idiota con cara de culo en mi oído, yo estaba harto desde hace semanas de que el imbécil me robara la comida.
Y algo positivo es que todos estaban de acuerdo en que el chico debería desaparecer, pero...el chico sabía muy bien quien era yo, ¿Porque tanto afán el hacer molestar a un monstruo como yo?. Tal vez estaba gritando que quería morir al fin, y yo como el rey piadoso que era, le concedería ese deseo.
-¡PELEA, PELEA, PELEA!-Vociferaban todos a nuestro alrededor, ansiosos y hambrientos de que los policías larguiruchos de afuera entrarán a golpearnos. Aparte de llevarme otra vez a aislamiento. Por básicamente existir.
-ese chico no valora su vida, está cometiendo suicidio al meterse con Anderson-dijo un hombre atrás de mí.
-pobre, no durará aquí hasta mañana-dijo otro hombre, ya retirándose.
-Fue un placer conocerlo, aunque no tanto-dijo otro hombre entre risas.
Yo estaba un poco cansado de que ese hombre buscará sin motivos pelear conmigo, estaba pecando, y él lo sabía, estaba nervioso al mirarme y eso me hizo sonreír-¿Cómo se sentirá tu pobre abuelita cuando sepa que estás muerto?-pregunté con burla, lo mire desde arriba y el empezó a evitar mi mirada, después de hacerce ver cómo alguien que moví masas, todo ese alter ego estúpido que se creo para sobrevivir aquí, simplemente hizo puff...se esfumó.
Se encorvo un poco y su pie empezó a moverse de una manera nerviosa, levantó ligeramente el ceño y entre abrió un poco la boca. Estaba realmente paralizado por lo que dije. Y allí estaba su debilidad...su familia, su abuela y claro que investigue a cada criminal encerrado en donde yo me encontraba ahora, no iba a meterme donde no sabía, porque tarde o temprano me iban a atrapar. Debía tener otro del millón de planes. Y ese idiota de Melvin solo tenía a su abuela, y era lo único que le quedaba-¿Cómo sabes...?, ¿Cómo eres tan descarado?.
Sonreí de manera juguetona y mire fijamente a Melvin, di unos cuantos pasos hacía él, me enderece, lo mire desde arriba y pude ver cómo toda su confianza se iba -Haces preguntas muy idiotas, pero es que la respuesta es que eres uno propio...¿Cuántos días duraras aquí, si sigues así?. ¿Pelearte con el mismísimo Satanás en persona?, eres muy valiente o muy tonto. ¿Crees que eres superior por gritar a voces que me puede apuñalar?, pero cuando te paras delante de mí, que por cierto eso sí es un descaro, hablar mal de mí a mis espaldas y luego pararte enfrente de mí como si nada. Eres muy soso y débil, ¿Que paso?, ¿Estás bien?, ¿Y tú quien eres?.
-M-Melvin, S-Señor..-murmuró casi balbuceando.
-bien, bien, Marín, supongo que valoras tú vida-pregunté con sarcasmo, algo que parece que no noto. Tal vez Asperger.
-Lo hago, pero me empujaron aquí-me explicó con dificultad, se le estaban enredando las palabras-yo no quería se lo juro, y la comida...es que tenía hambre.
-yo también tenía hambre, y por lo visto, no sobrevivirán aquí ni una semana-sonreí con malicia, y luego me fuí hacía la mesa que estaba atrás de él.
Pero sentí que un imbécil me empujaba-¡Cobarde, Anderson!-chilló y los otros lo siguieron. Yo solo respire y conté el primero.
me volvió a empujar, un poco más fuerte que la primera-¡Defiendete!
Conté dos y solo faltaba uno, aunque creo que él repitió jardín de niños, que gracioso, repitió jardín de niños. Por eso se deja engañar, mientras él está aquí deseando que su mujer venga a pagar su fianza, la loca está acostándose con el hermano. Y yo lo sé, porque lo investigue en mi hora libre.
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A T H E N E A : cicatrices y secretos [Saga Monsters #1]
Mystery / ThrillerLa llegada de un chico altamente peligroso pone la vida de Athenea en riesgo, ya que varios caos empiezan a aparecer a lo largo de los días y todo indica que algo llamado C.J. está detrás de todo esto. Algunos alumnos muertos, algunos cultos pervers...