Cap 23

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Las Verdades A Veces Son Peores

—tenemos que hablar—era de noche y yo estaba acostada en un mueble de aquella mansión del señor Cavalier. Alessandro se me acercó, él traía un esmoquin y el cabello muy pulcro y corto, acomodado cuidadosamente hacía atrás. Estaba muy encantador, mi hermano de por sí siempre fue encantador y atractivo, aunque odie admitirlo, por eso a veces siempre era un idiota. Se sentó a mi lado y yo lo observé con perspicacia, el agachó la cabeza, estaba esperando decir algo pero al final no me dijo nada. Solo tome la iniciativa.

—Debemos salir de aquí—solté sin pensar mucho, eso fue lo que me salió, aparte que eso era lo que yo quería, y eso quería, ya estaba harta, ya me habían hecho de todo, ya quería desaparecer, pero querer y hacerlo son dos cosas diferentes—tú y yo, nosotros debemos estar unidos y salir de aquí, por favor Ale, sabes que tu tampoco quieres estar aquí, lo noto en tus ojos y en tu cara, soy tu hermana—yo quería que mi hermano tuviera sentido común, que aceptara que ya estábamos llegando a un límite, un límite en el cual todo parecía una jodida mafia, y lo era, esto ya no era normal.

Alessandro negaba con la cabeza, y cada vez se veía más derrotado—estoy cansado, Ath, ya no lo soporto, trabajar con ellos es como trabajar a para el infierno, nunca hay descanso y....—me sujetó de las manos y las apretó contra su pecho, él se veía que estaba apunto de llorar, también se le veía cansado, conocía a mi hermano mejor que él mismo, él estaba destrozado y jodido en todo el sentido de la palabra, y él casi nunca lo he visto así, exepto cuando es por algo súper grave—no lo soporto Ath, ¿Por qué tuve que meterme en esto?, soy un idiota, todo esto es mi culpa, tu estás aquí por mi culpa, no lo aguanto, quiero ir con mis padres, quiero que vuelva a ser como antes, cuando peleabamos por la cena y nos acostabamos tarde peleando por cualquier tontería.

—Nos iremos, porque yo tampoco lo soporto, Ale, pero tenemos que resistir y salir de esto, no creo que sea tan fácil—trate de que razonara, que fuera fuerte, pero me abrazo con brusquedad y aferrándose como un gato, hay supe que ya estaba derrumbado, y yo también, solo que yo me estaba acostumbrado. Tuve alzar una muralla para que él estuviera a salvó. Para que todos estuvieran a salvó. Era el momento de alzar a la verdadera Athenea. Diosa de la guerra. Que honor tan grande el llevar ese nombre—te mantendré a salvó, estaremos bien, Alessandro.

—Prometo cambiar, te lo juro, realmente quiero ser una buena persona, todo lo que te paso es mi culpa, nunca debí juntarme con Axel, jamás debí aceptar ser su amigo, porque yo sabía que él estaba enamorado de tí, al igual que Harry—todo eso me dejó en shock y lo de Harry más que nunca, por eso sentía cierta familiaridad con él, pero no lo sabía—no sabíamos lo que pasaría, tú tampoco, nadie en realidad, todo esto es culpa de Denil—trate de no llorar por él, porque realmente no quería que la situación estuviera peor, se me hizo un nudo en la garga y me dieron ganas de llorar, pero tuve que tragarme como sea todo eso por mi hermano, por la única y última persona que realmente me quería.

—Pero yo acepte—se levanto rápidamente y me miró con algo de rabia y prepotencia—es mi culpa, y yo te sacaré de ésto.

—Alessandro, yo también estoy metida en esto así que relájate, ¿Quien te forzó a trabajar con él?, ¿Quien te amenazó en primer lugar?—escuche unos pasos acercarse rápidamente hacía nosotros, y en ese momento mi hermano se fue, secando sus lágrimas. Me dió de todo verlo así.

—¿Disfrutando de la soledad?—era el señor Cavalier, lo mire con desconfianza y no dije nada, aparte la mirada y mire mis manos, empecé a juguetear con mis dedos por la ansiedad—Lamento todo esto, y lo de...

—no se atreva a mencionarlo, por respeto, es lo único y lo último que le pido—replique aún sin mirarlo, pero me quedé quieta, quería y necesitaba saber que hacía o decía.

A T H E N E A : cicatrices y secretos [Saga Monsters #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora