Lugar seguro | Pedri González

De vuelta a casa

Pedri

Hoy volvía a Tenerife, nos habían dado el fin de semana libre antes de volver a los partidos.

Tenía ganas de ver a mi familia ya que Fer no había vuelto conmigo a la península, se sentía vacía la casa sin mi hermano, pero él aun no empezaba las clases.

Una vez en el aeropuerto, cojo mi bolsa y después de pararme con unas cuantas personas y firmar un par de camisetas diviso a mi hermano cerca de los taxis.
Me monto en el coche, le doy un pequeño abrazo.

- Buenos días. - le sonrío con mis cejas levantadas ya que la cara de mi hermano era un cuadro.

- Calla anda, son las 7 de la mañana y vengo de salir.- me fijo en su atuendo, literalmente acaba de salir del after. Me echo a reír. - Estoy deseando pillar la cama.

- ¿Has estado con Luna?- le pregunto, se que la rubia trabajaba hoy por la mañana. Mi hermano asiente y me dice que no hoy de fiesta pero no da más detalles.

Observo por la ventana el paisaje. En cuanto supe que podía volver a casa este fin de semana tenía esperanza de pasar bastante tiempo con ella, había desarrollado un pequeño apego ansioso con la rubia.

Además, mi madre había organizado hoy en la clínica dónde trabaja una sorpresa para los niños conmigo ya que la jefa es amiga de mi madre. Se trata de una clínica de rehabilitación de niños con discapacidad y otras enfermedades.

Con Luna, después de esa conversación incómoda por teléfono, había hablado bastantes veces. Todo era fácil con esta chica. También habíamos estado en contacto por Whatsaap y una que otra foto de sitios de Barcelona y ella de Tenerife, sobretodo trabajando y en la playa.

Por no decir su actividad en instagram, subía muchas fotos de ella con Bea en la playa, haciendo surf, buceando... Esta chica no para.

Madre mía las fotos de la playa.

[...]

Una vez que ya he dejado todo en casa y saludado a mis padres, me subo en el coche con mi querida madre y ella conduce hasta la clínica.

Entro acompañado de mi madre, saludo a Lucía y a Beatriz, pregunto por Luna y la pelinegra me señala dónde está.

Puedo ver como una rubia con el pelo en trenza está con un niño pequeño subiendo unas escaleras, me acerco despacio para no asustarles y que haya un accidente.

- Pero bueno que bien lo estás haciendo - alago al pequeño. La susodicha se gira al momento, me da una sonrisa enorme pero obviamente no se acerca a mi ya que lleva al pequeño con una mano.

- Dios Pedri que ilusión- exclama el pequeño y torpemente baja las escaleras hasta mi y le doy un choque de puños.

Saludo a la rubia con un beso en la frente, ella me da un pequeño abrazo. Entra mi madre acompañada de Lucía, la jefa.

- Que alegría volver a veros juntos. - celebra mi madre quien se acerca a Luna y se dan un pequeño abrazo como forma de saludo, tengo entendido que ha ido bastantes veces al restaurante y toma cafés con ella y mi madre está encantada con su presencia. A mi me alegra ya que muchas veces mi padre por tema de negocios tiene que venir a Barcelona a supervisarme y mi madre se queda en la isla.

Van aparecieron poco a poco más niños en la sala. Mi madre insiste en sacarnos una foto a Luna y a mi y así lo hace.

La mañana pasa rápido entre fotos con los niños, pero mis ojos no paran de buscar a la pequeña Luna. Se que había pasado solo un mes, pero está mucho más morena y eso hace que su pelo destaque y el rubio brille aún más. Esta guapísima.