Lugar seguro | Pedri González

16: Todos los dias de mi vida

Estaba animada comiendo con mis suegros por una calle tranquila de Roma, me habían invitado y no pude negarme, quería aprovechar estos días con la gente que quería al máximo.

El olor a pizza y pasta era lo mejor del lugar, se me hacía la boca agua de solo pensarlo.
- Creo que Bea y Fer deben de estar al caer - dice Rosy mirando el reloj, estaba sentada mirando la carta y comentándola con Fernando.
Tenía una relación muy buena con ellos, me sentía muy cómoda y acompañada.
- Me dice la yaya que te diga que necesita verte ante de que nazca la pequeña - dice Fernando, asiento emocionada. - Vendrá a verte a Barcelona.
- Toda la familia - dice Rosy emocionada, al poco llegan Bea y Fer.

Bea me saluda con un gran abrazo pero algo le pasa, esta bastante rara y distante de todo durante la comida.

Mis padres y mi hermano se habían ido a su hotel bastante más lejos del nuestro para que mi hermano estuviera tranquilo por lo que los vería para cenar.

Me esquiva mi mirada complice para saber que le pasa, acabamos de comer y nos dirigimos al hotel.
- ¿Todo bien? - le pregunto a Bea cuando nos quedamos las dos sola.
- Si, solo preocupada - se limita a decir.
- ¿Por?
- Nada, ya hablaremos.

Me deja un poco con la palabra en la boca pero no insisto, me quedo cerca de ella, me agarra del brazo de un momento a otro, levanto la vista de mis píes y lo entiendo.

- Hola familia - saluda un reportero, genial.
- Hola - saludo educadamente.
- ¿Como va el bebé?
- Muy bien - le digo intentando no perder los nervios, me estaba agobiando teniéndolo tan cerca y Bea se estaba tensando, notaba a mi amiga mirando fijamente al periodista con la cabeza bien alta sin soltarme el brazo.
- Chicos tenemos algo de prisa ¿No os importa dejarlo para otro momento no? - habla Fer cuando nota que su novia iba a sacar su gran carácter a pasear.
- Si chicos, no hay problema.
- Gracias de verdad- les digo con una sonrisa.

Al entrar al hotel noto como Fer y Bea medio discuten pero no soy capaz de entenderlos, a mi lado Rosy me mira con las cejas alzadas después de verlos. Me limito a encogerme de hombros.
- ¿Vas a la habitación? - me pregunta Fernando.
- Creo que debería ir a descansar, además no se si ya está Pepi - le digo, Rosy mira la hora en su reloj.
- Si, yo creo que ya debe de estar, si no está y necesitas algo me llamas - me despido de ellos con la mano, me fijo que tanto Bea y Fer habían desaparecido de la entrada.

Llego a mi habitación lista para echar la siesta de mi vida, pero Pedri esta sentado en la cama bastante serio.
- Hola amor- saludo tanteando el ambiente, no sabía que bicho le había picado.

- Dime que te dijo el médico Luna. Me lo habías prometido.- dice, cierro la puerta detrás mía. Vale ya entendía la expresión de Bea.
- Te dije la verdad - le digo intentando esquivar el tema.
- Me dijiste que era un embarazo difícil no un parto difícil, Luna por dios - esta agitado y nervioso, le intento agarrar las manos pero las aparta.
- No entiendo por qué te pones así
- ¿Y cómo quieres que esté? No paras de ocultarme las cosas más importantes de tu vida, que son las mías también- me dice con bastante dolor en la voz, sabía que tenía razón en eso que decía.
- Sabes que me cuesta - le digo por no quedarme callada.
- Joder Luna - exclama enfadado.- ¿Qué pretendes estar toda la vida a medias verdades? - sus palabras habían sido como una gran bofetada de realidad.

Nunca lo había visto tan enfadado conmigo como ahora cosa que me hizo dar un paso atrás inconscientemente recordando todo lo vivido de niña, él al momento que hago eso coge aire y lo suelta en un intento de tranquilizarse.

- Vale, perdón amor no quería asustarte - lo dice y se me parte el alma, no era justo que él pidiese perdón.
- No, no me pidas perdón- le digo al momento. - entiendo tu enfado y que te pusieras así.