No puedo seguir fingiendo

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Narra Luna
Pedri ha venido a buscarme por la mañana ya que por fin hoy llegaba mi coche, iba a seguir usando el metro pero agradecía tener mi medio de transporte particular para ir a casa de mis amigos, ya que viven en unos casoplones a las afueras.

Íbamos en su coche, llevaba puestas las gafas de sol que le regalé, yo iba con su móvil poniendo canciones y como siempre, tenía la manía de saltarlas, sobretodo lo hacía para ponerlo nervioso.

- Deja alguna - se queja Pedri, dejo Todo de Ti de Rauw Alejandro. - Que básica Luna - se ríe el canario vacilándome, al momento comienza una discusión absurda sobre gustos musicales, y digo absurda por que en el fondo ambos sabemos que tenemos el mismo gusto musical.

Llegamos a donde estaba mi pequeña carroza, chille de la emoción, inspeccioné que no tenía ningún rasguño y así es, no tenía.

Fui a pagar pero el señor me dijo que ya estaba todo pagado, abri mis ojos como platos y fui como una furia tras mi novio, quien se estaba ya metiendo en su coche.

- Joder Pedri, para conquistar a alguien se paga una comida no un transporte en barco de un coche Tenerife Barcelona.- me cruzo de brazos, el pone su mejor sonrisa.- No Pedri, dime la factura y te hago una transferencia ahora mismo.- me deja un beso sonoro en la mejilla.

- Primero, te tengo más que ganada que la liga, lo segundo yo no te la voy a dar y lo tercero, él tampoco.- dice señalando al señor, quien le responde con un saludo miliar, me da otro beso, esta vez en la boca y se mete en su coche.- ¡Hasta después del entreno bebé! .- me grita por la ventanilla despidiendose. Niego, es increíble este chico.

Consigo sonsacarle al señor cuanto vale y le hago la transferencia al canario.

[...]

Con Marisola de Nicki Nicole a todo volumen voy conduciendo por las calles de Barcelona, una vez en mi apartamento y habiendo pasado por el supermercado hago la comida siguiendo la estricta dieta de Pedri, ya que comía en mi apartamento. Llega del entreno hambriento y corre a comer, critica mi plato al primer bocado diciendo que está mejor la de su hermano llevándose una colleja de mi parte, le aparto el plato.

- Pues te vas con el.- me limito a contestarle indignada.

- Lunita es broma - me vuelve a coger el plato. - muchas gracias princesa - ruedo los ojos, le pregunto que tal el entreno y el se pone a hablar emocionado de lo mucho que están contentos los técnicos con el.

Me hago un te para no dormirme, mi móvil suena varias veces y le pido a Pedri que mire quien es. Se queda mirando al móvil fijamente, noto como tiene la mandíbula apretada y chasquea la lengua. Frunzo el ceño observándolo hasta que se digna a hablar.

-¿Qué haces hablando con este imbécil?- le saco el móvil sin entender, es Joao.

- Me contestó ayer a una historia.- me limito a contestarle, no quería tener una discusión a la hora de la siesta.

- ¿Y porque te dice que no le has contestado con una carita triste?- pregunta, esta vez más relajado al ver que yo no le daba importancia al tema.

- Me mandó una foto ayer que no abrí. - soplo al Te ya que quema, no le veo muy satisfecho con mi contestación así que prosigo - Pepi tranquilo, no me interesa hablar con él.- le digo.

- No me gusta su actitud.- asiento en acuerdo recordando el gol que me dedicó.

- A mi tampoco.- su cabeza se gira bruscamente a mi, me ve sin entender.

- Pues bien que le das bola.- suspiro, ya empezamos, el Pedri celoso.- además aun no me has dicho de que lo conoces. Pensé que yo era el único futbolista al cual conocias.- dice cabreado, suspiro, se que tendría que haberle dado explicaciones ayer.

Lugar seguro | Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora