Isleños

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Narra Luna

Fer ha hecho espaguetis a la carbonara, en mi caso con tofu, le agradezco el gesto y empezamos a cenar. Pedri se pasa la cena cabizbajo y no participa en las conversaciones, y mira que no calla ni debajo del agua.

Está bastante afectado por el partido que ha hecho. Una vez que acabamos de cenar ayudo a papa Fer a poner el lavavajillas, luego subo a la habitación, donde está Pedri mirando al móvil.

No era consciente de todo el trabajo y toda la presión que tenía el canario día a día encima hasta que vine aquí, y sé que que ha movido bastantes cosas de su agenda de publicidad para pasar tiempo conmigo ya que le he visto colgar llamadas bastantes veces.

Me agacho a su altura y agarro su móvil suavemente, Pedri no se opone. Lo pongo a su lado a un lateral de la cama y el canario me ve a los ojos.

- Me está cayendo por todos lados Luna, nunca había recibido tantas críticas, es como si el empate fuese mi culpa - habla, apoyo mis manos en sus rodillas y le doy suaves caricias en un intento de tranquilizarlo, ya que estaba moviéndolas con nerviosismo. - es que no me apetece ni ir a mi cumpleaños. - se lleva las manos a la cara, se las agarro entre las mias entrelazándolas.

- Pedri, escúchame, trabajas duro todos los días, te esfuerzas, has llegado al club de tus sueños. Vives de él. - me escucha atentamente.- que sí, que has tenido un mal partido, como todos los jugadores grandes. Pero Pepi, que hoy es tu cumpleaños, y tienes que celebrarlo, también tienes que vivir como alguien de tu edad. - le digo dulcemente, noto como se relaja ante mis palabras, me da un apretón a las manos y tira de mi sentándome a ahorcajadas suya, me atrae en un abrazo, apoya su cabeza en mi pecho, como si de un niño pequeño se tratase.

- Si, si tienes razón.- le acaricio la nuca con suavidad, acariciándole el pelo, noto como su ansiedad disminuye ante mi tacto.

- Eres uno de los mejores jugadores del mundo actualmente Pedri, ahora sales al mercado y todos se pegarían por ti, no olvides eso.- le recuerdo, se separa de mi para dejarme un beso en los labios, muero de ternura ante el gesto. Me levanto de encima suya, el hace un puchero.

- Venga anda, ahora a ponerse guapo que hoy es tu día.- me sonríe pícaro y tira de mi a la ducha, no puedo parar de reírme, me manda callar con un susurro. Pone la música del altavoz incorporado que tiene en el baño.

- Tampoco es plan de que mis padres escuchen como celebro mi cumpleaños contigo.- me dice coqueta guiándome un ojo.

[...]

Pongo Rels B como siempre, que obsesión tengo con el mallorquín, con Dime Cuantas veces comienzo a maquillarme. Por el cumpleaños de Pedri habían organizado los de su equipo un reservado a la discoteca donde suelen ir.

Me pongo una falda de tiro bajo corta y un corset lencero, me pongo corrector, colorete, rímel, me hago el eyeliner y me pongo highlitter.Me hago una cola alta con el pelo y me calzo unas botas negras.

Una vez preparada reviso que llevo todo lo necesario en el bolso. Una vez lista bajo las escaleras, veo a Fer cocinar de espaldas, en cuanto escucha mis pisadas se gira y me silba, me ruborizo un poco cuando su hermano pone sus ojos en mí.

- Madre mía cuñada, viendo la cara de Pedri hoy no sales de casa.- siento los ojos de Pedri pegados en mi cuerpo, intento no flaquear.- Que por cierto que vicio tenéis, ni una noche puedo dormir - rueda los ojos, una vez cerca de él le doy un golpe y me muero de la vergüenza por lo que ha dicho.

- Estás preciosa Lunita - me dice mi canario favorito, me fijo en cómo va el vestido, quien también va guapísimo también, sus pantalones cargo favoritos negros y una camiseta de manga corta, lleva una sudadera en la mano de Springfield.

Lugar seguro | Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora