6 : Comunicar

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Todos me miran depecionado, sobretodo mi hermano.

- ¿No puedes pensar antes de hablar? - dice Bea antes de ir detrás de Luna, me llevo la mano al pelo.

- Si que se encontraba mal de verdad Pedri - dice Sira antes de seguir a Bea.

- No puedes pagar tu mal humor con ella, ella no lo hizo contigo - me dice Fer. - Ella no va a superar lo que pasó si tu no lo superas Pedri.

Me siento en el sofá y me llevo las manos a la cara, lo que le acababa de decir a mi novia no tenía perdón.

- Joder pensaba que le había pasado algo, perdí los papeles - Ferran pone su mano en mi hombro. - hoy volvieron a salir fotos de ella ¿vale? Literalmente se ve su matrícula y la fachada de la nueva casa. Llevo unas semanas estresado con mil cosas y sin querer estoy demasiado pendiente de ella.

- Nada que no puedas arreglar, pero piensa las cosas antes de decirlas

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- Nada que no puedas arreglar, pero piensa las cosas antes de decirlas. Además sabes que Luna es la persona más comprensiva del mundo, como maneja las situaciones es envidiable - dice Fer y era verdad, mi novia sabía escuchar, ponerse en el lugar del otro y ser compresiva.

No se dejaba llevar por los enfados ni los demás, ella siempre te daba la oportunidad de sentarte a explicar lo que pasaba.

A los minutos bajan Sira y Bea, la última me iba matando con la mirada.

- Espero que subas y te disculpes de lo que le has dicho, por que Pedro, me da igual que seas un futbolista de elite o el hijo de mi suegra, te destrozaré- se pone delante mía y me da con el dedo en el pecho repetidas veces.

- Ni se te ocurra volver a soltarle algo de ese estilo por que ni te imaginas lo que me ha costado tranquilizarla arriba - agacho la mirada, Bea tenía razón.

Cuando Ferran y Sira dejan la casa, Bea y mi hermano se van a la habitación.

Subo hasta la mía, Luna esta tumbada en la cama con la camiseta del Barça, me tumbo a su lado, se que no esta dormida por que sabia lo que le costaba dormir cuando discutíamos.

- Amor - la llamo poniendo mi mano en su hombro, se gira a mirarme y puedo ver sus ojos cristalizados. - no quería decir nada de lo que dije, estaba agobiado y estresado, se que no es excusa.- me interrumpe.
- ¿Es lo que piensas? ¿Que nunca estoy bien? - le saco el pelo de la cara echándoselo detrás de sus hombros, le dejo leves caricias con el pulgar en la cara y ella cierra los ojos ante mi tacto.

Siento sus mejillas húmedas y me quiero dar cabezazos contra la pared.

- No, claro que no. Llevo estresado toda esta semana, y bueno sigo digiriendo todo lo que pasó- ella asiente con la cabeza entendiéndolo, no suelto su cara de entre mis manos.
- Está bien.- dice en un susurro, me acerco más a ella haciendo que nuestras piernas se entrelacen.
- Siento haberla cagado esta semana, bueno la llevo cagando contigo toda la semana
- Me haces daño con esas cosas que me dices, pero bueno siempre puedes decírmelo siempre que sea mentira. - la atraigo a mi pecho y acaricio su cabeza.
- Claro que es mentira amor.
- ¿Me prometes que es mentira?
- Confía en mi, yo te quiero para toda la eternidad Luna - le digo sincero, se pega a mi.
- Mañana vamos a desayunar fuera antes de irnos - susurro, ella parece que se acuerda de algo.
- No puedo, tengo que acompañar a Bea al médico- me dice pero noto que algo pasa, la conocía muy bien.
- ¿Pero está todo bien? Te has puesto tensa.
- Nada, va al ginecólogo no creo que quieras saber de la vida sexual de tu hermano - hago una mueca de asco provocando la risa de ella.

Lugar seguro | Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora