La gran ciudad

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Narra Pedri

Llevaba más de un mes sin ver físicamente a la rubia, se me hacía eterno y la echaba muchísimo de menos, sobre todo cuando sabía que se había quedado sola en Tenerife.

Hablábamos por videollamada casi todos los días, por fin me había admitido a mi mismo que solamente quería estar con Luna, con nadie más, por lo que tenía el objetivo de no cagarla más con ella y conseguir que vuelva a confiar en mi, rezando de que ya no sea tarde.

Además, estaba súper concentrado en los partidos y los entrenamientos ya que estoy trabajando para mejorar mi físico, tenía en mente que quería ganar potencia a la vez que táctica.

Me daba mucha rabia no haber estado en Barcelona para Luna cuando vino estas ultimas dos veces, la primera para ver los pisos y la segunda para quedarse, ambas me coincidieron con partido y este último había sido en Italia, pero se  que  sola no estaba ya que Sira y Fer se encargaban de ella cada vez que venía a la ciudad, era frustrante llamarla y que estuviese en mi habitación mientras yo estaba en otro lado.

Estábamos todos en el vestuario una vez finalizado el partido, ganamos 3-1 a la Juventus, además ya estaban los nuevos fichajes con nosotros.

Ferran, quien tiene el móvil en la mano, me enseña una foto de Luna y Sira en el coche de su novia, en los asientos de atrás están las maletas de la rubia y un par de cajas. Me fijo en Luna y me es inevitable sonreír, es guapísima.

- Espero que ahora que vais a vivir en la misma ciudad la pidas salir- habla Gavi metiendo la cabeza entre Ferran y yo para ver el móvil y meterse en la conversación, suspiro, si es que tienen razón.

- Ya lo se- digo, me mira todo el vestuario flipando en colores, Xavi incluído. Me doy cuenta que todo el mundo nos estaba observando.

- ¿Me estás diciendo que la chica por la cual estás loco se ha mudado a Barcelona?- asiento ante la pregunta del míster.

- Si, le han dado una beca en el Insittut Guttman- le contesto, Xavi me mira asombrado, a continuación sonríe y se que me va a caer vacile.

- Eso significa que no vas a gastarte la mitad del sueldo en aviones - todo el vestuario estalla en carcajadas.- nunca vi a nadie coger tantos aviones en un mes. - dice incrédulo volviendo a generar risas de mis compañeros, yo también me río ya que es verdad.

- Gracias mister- agradezco sarcásticamente rodando los ojos, pasó por mi lado y me dio un toque en la cabeza.

Pero tenía razón, había días que por ir a ver a Luna me iba después de entrenar y volvía al día siguiente antes de entrenar.

Acabé de ducharme, estaba ansioso por subirme al avión y ver a mi niña rubia de ojos castaños.

Narra Luna

Estoy con Sira, quien se quedó a dormir en mi casa ayer para ayudarme a desempaquetar todo, al final conseguí un apartamento, que es más pequeño que el de Tenerife y aun por encima más caro. No quiero ni pensarlo. Sira se quedó horrorizada del edificio pero estaba en buena zona ya que Barcelona es peligroso.

Vemos a nuestros queridos chicos bajar del bus en la ciudad deportiva, me saludaron varios de ellos dándome la bienvenida a la ciudad pero yo solo estaba atento a uno. Pedri baja del autobús, no puedo controlarme y comienzo a andar hacia él, en el momento que su mirada se cruzó con la mía dejó su maleta en el suelo y abrió los brazos hacia mi, corrí hacia él envolviendo mis brazos en su cuello, atrayéndome a su pecho donde podía escuchar los latidos de su corazón que sonaban acelerados, subiendo las pulsaciones del mío también.

- Por fin Lunita - dice cuando se separa de mi, Ferran nos avisa de que nos tenemos que ir ya y Sira le riñe por interrumpir nuestro momento.

Una vez en el coche, Pedri hizo la pregunta del millón.

Lugar seguro | Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora