Lugar seguro | Pedri González

La chica con la que se beso

Pedri

Me levanto con el sonido de la alarma, la apago un poco aturdido y me fijo como la rubia a mi lado cierra los ojos al momento que pongo los míos en ella. Sonrío inconscientemente.

- ¿Me estabas mirando?- pregunto, ella abre los ojos como si se acabara de despertar, fingiendo un bostezo. Cuando ve mi cara de que no le creo nada de lo que está haciendo, me sonríe como una niña pequeña que acaba de hacer algo malo.

- Eres muy mono cuando duermes, respiras muy tranquilo.- dice, analizo lo que ha dicho.

- Mira que eres rara.- me pellizca la cadera haciéndome cosquillas, le pido que pare entre risas, al final consigo agarrarle las manos con las mías haciendo que pare, le miro con una sonrisa burlona.

- Suéltame anda- Luna hace un puchero, no aporto mi mi vista de sus labios, accedo.
Al notar que no dejo de mirar sus labios, se los humedece, encendiéndome.
Se acerca subiéndose encima mía, me da un pequeño beso en la boca, me quedo un poco sorprendido ya que no suele ser así de cariñosa, siempre suelo ser yo quien le da este tipo de besos, pongo mis manos en sus caderas.

- Buenos días Pepi.- ruedo los ojos ante su apodo, se levanta de encima mía y se dirige al baño.

No puedo apartar la mirada de su cuerpo, si que es verdad que está más delgada pero aun así es jodidamente preciosa, tiene una cintura de escándalo, ese pelo largo rubio que me vuelve loco. Por no hablar de su culo, el cual  ella todo el día se queja como si estuviera ciega y que yo no puedo dejar de mirar cada vez que tengo la oportunidad.

Una vez que se mete en el baño, aprovecho para levantarme de la cama y ponerme una camiseta, la rubia sale del baño y entro yo detrás. Cuando salgo del mismo, está de pie poniendo su móvil a cargar.

- Vamos a desayunar.- le digo, ella va delante mía, bajamos y está mi hermano cocinando, ya que es mi chef personal.

- Buenos días chef.- le pico, este rueda los ojos.- ¿Luna quieres café?- le pregunto ella asiente. Pongo la cafetera a funcionar y nos hago café a ambos.

Fer le pica a Luna diciéndole que si le parece normal quedarse dormida viendo Harry Potter, ella se defiende que estaba muy cansada.

- Joder pues mi hermano debe de ser un máquina para que te quedes dormida en una escena clave de Harry Potter.- Luna se pone rojísima y le da un manotazo a Fer quien lo esquiva riéndose.

Yo solo veo encantado la escena, me encanta que se lleven tan bien, sé que cuando Fer vuelve a la isla pasan bastante tiempo juntos y además se que esta semana cuando yo no esté, Fer no se va a separar de Luna, cosa que agradezco ya que con mi hermano por Barcelona puede hacer cosas que conmino no.

Me fijo en su manera de hablar con mi hermano, se pone nerviosa cuando se da cuenta que la miro fijamente y cada dos por tres hace contacto visual conmigo, me encanta el efecto que tengo en ella.

Creo que están hablando de comidas vegetarianas y todas esas vainas, no estoy atendiendo a la conversación , solo a Luna.

He de decir que disfruto un montón tenerla rondando por casa y el saber que se va a quedar tiempo por aquí me pone súper feliz.

Luna se estira para alcanzar algo que mi hermano le ha pedido, le pasa una batidora de mano.

- Oye Luna ¿Has adelgazado no?- le pregunta mi hermano, jodiendo toda la magia del momento. Le advierto al momento con la mirada que no siga hablando, él me mira sin entender. Mi vista viaja hacia Luna, quien está un poco parada sin saber qué contestar a mi hermano.

Quiero pegarle un puñetazo en la cara a Fer por hacerla sentir de esa manera, siempre fue de decir lo primero que pasa por su cabeza sin filtros, a veces es una virtud y otras veces es innecesario como ahora.