Lugar seguro | Pedri González

Barcelona

Me estaba maquillando tranquilamente, ya habían pasado todas las navidades y mi familia había dejado la isla, estoy muy nerviosa por presentar hoy, además hace poco que Bea y yo habíamos vuelto de Madrid, había hablado un par de veces con el canario desde la discusión pero no lo había visto. Me felicitó el año con un mensaje bastante bonito:

" Lunita, eres a la primera persona que felicito el año y espero que así sea muchos años más, infinito, estoy deseando verte rubia"

Iba a dar una charla sobre nuestro trabajo en una convención en Barcelona sobre nuestra asociación de Tenerife, iba a contar cómo trabajábamos y las técnicas que utilizábamos. Yo enfrente de más de 200 personas.

Iba en el taxi con mi mejor amiga, ella venía de acompañante, nos habíamos quedado en casa de los González, no había visto a Pedri ya que él estaba fuera por que ayer tuvo partido en otra ciudad, llegaba hoy.

Sentía mucha presión en mi ya que muchos de los que iban a verme iban a ser mis profesores y además mi beca aun no había sido aceptada. Hoy era mi momento, donde uno de mis sueños se iban a cumplir, que es que un proyecto mío se presente en una importantísima convección de Neurorehabilitación. Tengo una oportunidad para cumplir mis sueños.

Llevaba puestos unos pantalones de traje con una blusa blanca de manga larga, llevaba unos pendientes dorados y tenía el pelo peinado en una coleta.

Iba repasando los puntos importantes con Bea, ella no presentaba pero quiso venir para apoyarme.

[...]

Después de dos horas de espera por fin comenzaban las presentaciones de proyectos, yo salía la última, en el momento que me tocaba y subi al escenario y vi a tanta gente senti como se me bajó la tensión de golpe. Comencé a hablar sobre el proyecto, intente concentrarme en disfrutar el momento y apartar todas esas inseguridades y pensamientos intrusivos, tal y como había trabajado con la psicóloga.

Mi corazón se emociona cuando ve al chico de los ojos castaños sentándose al lado de Bea, quien tiene el móvil apuntando hacia mi.

Pongo un vídeo para demostrar una técnica y me es inevitable sonreír ante los primeros pasos de una de mis pacientes, se ve como Lara me sonríe desde el suelo mientras consigue la estabilidad a través de mi ayuda con los brazos y luego camina sola.

Una vez que se acaba aplauden y a continuación comienzan las preguntas, contesto firme y segura de mis palabras. Acaba el proyecto y consigo todas las presentaciones, al bajar muchos profesionales veteranos se acercan a darme la enhorabuena y una tarjeta que otra.

Me hago paso entre las personas hasta donde están mi mejor amiga y el chico que me roba el sueño, donde Pedri me sorprende con un ramo de rosas. Me llevo la mano a la boca, es precioso.

- Gracias.- murmuro agarrando el ramo, el está super nervioso. Me abraza con cuidado de no aplastar el ramo y me deja un beso en la frente. - gracias por venir de verdad.- tengo una sonrisa que no me cabe en la boca.

- No me lo podía perder.- miro super en shock las rosas, me ha parecido super tierno el gesto. Creo que ha habido un cambio de actitud en ambos, mucho más maduros y presentes el uno con el otro. - Has estado genial Luna, no sabía de que hablabas pero woo.

- Amiga - me abraza Bea.- eres brillante.

Se acerca un señor, de unos 70 años hacia mi, yo sonrío educadamente, Pedri y Bea se echan para un lado, me felicita el proyecto y yo le agradezco sus palabras.

- Vi tu solicitud de la Beca, soy profesor y coordinador de la formación- abro los ojos asombrada. - no me has defraudado, espero verte en mi clase en los próximos meses. - le doy la mano, el la aprieta, me despido y giro a ver a mis acompañantes quienes me miran emocionados, tanto como yo.