Capítulo 23 Conociendo a Tío papito

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Stefano se encontraba con su terapeuta  ya poco a poco se estaba recuperando pero su memoria aún seguía con un pasado en blanco,  pequeños destellos llegaban a su mente.
Lugg estaba siempre en esos destellos de recuerdos, esa niña que le decía papá, pero que Adelle, siempre decía que era su hija muerta en el accidente.
Adelle mantenía un bajo perfil, con la identidad de Sharif y Lena Daniels, cambió su color de cabello se mudaban de cuidad por su temor a ser descubierta.
Seguiría así ya tenían dos años en ese ritmo.

— ¡Amor! Nos iremos a las vegas,  mi jefe  abrirá un Casino  ¿y adivina qué? Tú serás el gerente. Estaremos a cargo de ese lugar.

A Stefano no le hacia mucha gracia ese ritmo de viva que llevaban.

— Adele! Ve tú yo estoy arto de   estar de un lado a otro, cuando estoy tratando de estabilizarme surgen cambios, te eh apoyado en todo, ahora por favor apoyame a mi. — Dijo un poco molesto Stefano ya quería sentar un sitio seguro.

— Pero Sharif, es mucho mejor que estar de voluntario en ese orfanato. — Protestó Adelle
— Puede ser simple para ti, pero para mí es muy valioso, así que ve tú es tu trabajo yo no me iré. Le contradijo Stefano.

Se acercó seductora mente a él, paso su mano por el pecho le Susurró al oído.

— Quiero que me hagas el amor, lo necesito, te necesito, Ste... Sharif, hace cuánto que no me tocas.

La tomó de las muñecas apretó su agarre y la apartó de su lado, su tacto le resultaba repulsivo, no la deseaba, a pesar de ser muy hermosa mujer, su instinto no le permitía ir más allá.

— Lo siento Lena!! Pero no estoy en condición, no me siento bien. — Trató de ser sutil.

Lo miró muy furiosa, claro que lo estaba, tantos años y no pudo conseguir meterlo nuevamente en su cama.

— ¿Sabes que? Estoy harta, harta de todo esto, harta de ti, no se qué hacer para que seas el mismo de antes, ese hombre amoroso, detallista, loco por complacerme. — Arremetió en contra de él.

— ¡Perdoname! Pero es que algo en mí no está bien, es como si ..

" Si ya no me amaras, claro que no me amas si te enamoraste de"

— ¡Bien! Hablaré con mi jefe, yo solo quería un mejor trabajo para ti. — Lo interrumpió.
—Te lo agradezco, pero esos niños me necesitan. Ve tú es tu trabajo.
— ¡No! Me quedaré contigo, no sé hable más.

Dijo esto tomó su bolso de Chanel y salió rumbo al bar. Dónde siempre se encontraba con uno de  sus amantes.

Italia

 
Alessandro y Pierina, hablaron de todo lo que vivieron antes de caer cada uno en sus sueños y lo ocurrido después, Pierina salió de la oficina y le pidió a Zuria que trajera a la pequeña Lugg  y ordenó a Martina ama de llaves que organice una cena, está noche era especial,  no le negaría el derecho a su hija de conover a su verdadero padre, recordó a Stefano, su corazón se estrujó sus ojos se cristalizaron.

— Stefano ¿dónde estás?
Dijo en un susurro. Zuria bajó con la bebé en brazos, la entrego a su madre y fue  a la cocina a ayudar, no dijo una sola palabra, en su corazón sentía que estaba traicionando a su niño, su Stefano.

— ¡Zuria! — Llamó Pierina. Y Zuria respondió sin mirar.
— Tengo que ayudar para  la cena señora.

Dijo y se retiró.
Pierina camino a la oficina, dio dos toques y abrió la puerta  dejó que la pequeña caminara al interior, a Alessandro se le cristalizaron los ojos y no pudo detener esa lágrima rebelde que trato de no déjala salir, ver a esa pequeña  era algo indescriptible, su corazón estaba a mil por hora, sentía que se salía de su pecho  y es que cuando salió de Alemania, jamás se imagino encontrarse con esta noticia.

PEDACITO DE CIELO, Un Amor Sin ADN. Libro #1 De La Saga Cielos EternosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora