Capítulo 2 Donatello

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Estoy metido de lleno en los papeles, entre  contratos y firmas, tengo que dejarlo todo listo, para cuando me vaya de luna de miel, ..serán tres meses que estaremos fuera, tengo que dejarlo todo al día. Suena mi celular por quinta vez, el identificador refleja qué es Kiara, lo ignoro, tocan la puerta.
— Adelante.
Digo y es mi mejor amigo, quién viene con una sonrisa listo para una de sus fiestas como siempre.
— ¿Te has tragado un payaso?
Pregunto en cuanto lo veo con su gran sonrisa.
— Pues no,  pero te veo y no evito ponerme en modo payaso.

Dice, mientras desabrocha su saco y se sienta frente a mi, lo fulmino con la mirada.
— Kiara a organizado una fiesta, una despedida a la soltería, nada malo,. tu novia está incluida, ¿Vamos? ¿Y por qué a última hora?—  Pregunto extrañado.

— Deja, termino y nos vamos.

Digo arreglando las últimas carpeta, llamo a mi asistente..
—Liora ¿Podrías venir por favor?
Mi asistente entra con su agenda en mano, mientras rodeo el escritorio,  tomando mi gabardina y colocándome la.
— Cancela lo que tengo para el resto de la tarde, envía a mi correo el nuevo orden para mañana, nos vemos mañana Liora.

Esta asiente, y salimos, tomamos el ascensor que no lleva al estacionamiento donde están los autos, cada uno  toma su coche para  irse y en menos de una hora y cuarenta y cinco minutos, estamos en el puerto donde todos llegan, menos Pierina, tomo mi celular le marco y no responde, le marco a Kiara, en dos timbradas y contesta.
— ¿Dónde están?
— Ya vamos de camino, a Pierina se le quedó el celular en el centro comercial. —  Dice y cuelga.
Entramos, la música está a reventar, tomo una copa y me siento en la barra a esperar a mi novia, veo Alessandro venir con las chicas, se dirige hacia la entrada de la zona VIP, y me encuentro a mi bella prometida, con esa sonrisa radiante.
— ¡Hola amor!
La saludo con un beso en los labios, la tomo por la cintura y nos dirigimos a las mesas, Kiara se reúne con Alessandro y nos acompañan, entre tragos, charla y risa pasa la media noche, Kiara sirve la última ronda de tragos qué es el que me envía a los servicios,..

Me siento mareado,.. mi visión es borrosa, y solo escucho la voz distorsionada de Pierina .No entiendo nada solo sé que el deseo quema, y "¿!Pierina!?" —  Pienso en medio de mi aturdimiento.
No sé si es ella o una alucinación de ser ella, solo sé que me quita la ropa y no soy dueño de mi voluntad si no preso del deseo que quema en  mi interior y todo es una nebulosa.
La luz del sol irrita mis ojos, pongo mi antebrazo cubriéndolos, trato de moverme pero el peso que siento, no me lo permite
Levanto la cabeza, siento que me va a estallar del dolor,
— Mmm, me quejo  abro los ojos y veo a la mujer que está a mi lado.
— ¿Joder! ¿Kiara?  ¿Que rayos haces aquí?

La cabeza me va a estallar, no recuerdo nada, cómo carajos vino a suceder todo esto,..
Tomo mi ropa, me visto, estoy apunto de salir de la habitación cuándo el agarre de Kiara me detiene.
— ¿Como? Dijiste que no la amabas, por eso me entregué a ti.

Suelta sin más..
Todo es confuso, salgo de la habitación dejando a Kiara, camino por los pasillos buscando a Pierina, abro las puertas de cada uno de los camarote, y la veo dormida, levanto la sábanas esta "¿¡Desnuda!?"
Un mal sabor siento en mi boca, me llevo las manos a la cara en gesto de frustración, camino lento, me siento a su lado. "Esto es una jodida pesadilla, esto no está pasando"  —   Pienso y sintiéndome confundido de como terminamos en camas separadas,..
-— ¿!Amor!?

Esa palabra me saca de mis cavilaciones, me giro y la miro a los ojos, un rastro de confusión se refleja en ellos, no se qué decirle, trago el nudo que se forma en mi garganta.

- Ven, vamos para que te duches..
Le digo, dejandole un beso en la frente,  salgo de la habitación, cierro la puerta tras de mí,..  me recuesto a ella,.. pasándome las manos por el cabello en gesto de impotencia, y de frustración..
"Esto es una jodida pesadilla"
Pienso..
Salgo a toda prisa, en busca de Kiara, necesito una explicación...

Y es que jamás, Donatello se imaginó, que la mejor amiga de su prometida, fuera tan maquiavélica y fuera capaz, de poner una droga en la bebida de su novia y de su mejor amigo, para luego llevarla aquella habitación donde por accidente o por cosas del destino fue Alessandro y se encontró con ella y de la  confusión entre ellos surgió, algo que los uniría para siempre...

En aquella oscuridad, no hubo palabras, solo besos desenfrenado, deseos desbordante, y una entrega total de dos cuerpos, que sentían deseo de poseerse, de sentirse, una entrega que tendría consecuencias .

Pero  Kiara, jamás se imaginó que con aquella mala acción, no solo perdería a su amiga, si no también, la posibilidad de conquistar al que sentía era en hombre de su vida,  Donatello, en quién ella se fijó primero, pero cuando lo presentó a su amiga, este quedó prendado de ella, al igual, que su amigo  Alessandro.

Fue entonces que empezó hacer de todo para llamar la atención de ellos, y al no tener lo que ella quería, su mente comenzó a idear tal plan con consecuencias muy terribles, para los cuatro.

Jamás, Kiara imaginó, ser castigada por la vida, por su mal accionar. Salió del baño donde se duchó se cambió lo más rápido que pudo, fue al comando donde se encontraban las cámaras de vigilancia, borró toda evidencia en donde la comprometía, a ella y dejando únicamente el momento en que Alessandro ingresaba  a la habitación, donde minutos antes había ingresado Pierina.. esta sería una poderosa razón, por la cual Donatello se fijara más en ella,
Girando sobre sus talones para marcharse, choca contra el cuerpo tenso de Donatello.
— ¿Aún estás aquí? Pensé que te habías ido con tu novia. — Kiara le habla con sarcasmo.
— ¿Quiero saber todo lo que ocurrió anoche? .. No recuerdo nada, estoy hecho un lío, Kiara.
— ¡No!....No sé, no se porqué me pides a mi explicaciones, sí me has utilizado,
La mirada de Donatello era de furia.
- Ve, y busca las cámaras de seguridad, y encontrarás lo que quieres saber, y mientras descubres y aclaras tus pensamientos,  me marcho, buena suerte con todo.

Dicho eso,  salió con una sonrisa torcida en los labios, mientras Donatello recreaba, una y otra vez, la cinta donde veía que Alessandro, entraba a la habitación de Pierina y salía confuso, antes del amanecer, frustrado, se pasó las manos por la cara  y elimina todo aquello, que había en la cinta, caminó a la habitación donde estaba Pierina, sin tener una p**a idea de cómo decirle lo ocurrido..
— ¿Cómo te sientes? —   Preguntó, tomando un mechón de su cabello, que caía en su rostro, pasó sus dedos por el rostro fino y delicado, lo levantó ligeramente para mirarla a los ojos..
— Todo estará bien pequeña.

Le dijo abrazándola con una calma que no sentía, y con unas ganas de matar al mundo..

PEDACITO DE CIELO, Un Amor Sin ADN. Libro #1 De La Saga Cielos EternosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora