Una semana transcurrió, Stefano estaba de regreso a la mansión, Alessandro y su familia volvieron a su residencia, todo estaba volviendo a la normalidad los cuatrillizos estaban en sus habitaciones y Luggina cada mañana antes de ir al colegio, pasaba a mirarlos.
— Se portan bien mis niños. Vuelvo pronto para jugar con ustedes .
Dio un beso a cada uno de ellos y salió bajo al comedor para tomar su desayuno, mientras sus padres estaban en la sala de star.
— Ya estoy lista papá.
— ¡Bien! Te......
— ¡Bien! Te....Los dos respondieron al mismo tiempo, se miraron y luego a Luggina que se carcajeaba por la disputa de sus padres.
— No estás aún en condiciones de salir recuerda que estás en reposo. Mientras yo me aré cargo de Lugg.
Le ordenó Alessandro a Stefano.— No te acostumbres a mi reposo Alessandro. — Dijo con una sonrisa mirando a su pequeña.
— Solo recuperate y vuelve a lo tuyo.
Dijo levantándose y tomando la maleta de colegio de su hija y despidiendo se.
— Adiós papá, adiós mamá, los veré luego.
Se despidió Luggina de su padre y de su madre que llegaba en ese momento
Salieron rumbo al colegio.— Stef. Hoy será juzgada Adelle ¿Estaremos presente? — Preguntó Pierina abrazando a Stefano y besando suavemente sus labios
— Si tú deseas ir, lo haremos.
— La verdad. No. No deseo estar presente ya tengo a mi hija y Adelle ya no es un peligro para nadie.Stefano acarició su mejilla y puso un mechón detrás de su oreja.
— Nunca más pondré en peligro a mis hijos, a ti.
Se unieron en un tierno beso.
Por otro lado
Donatello decidió recibir a Alessandro, un encuentro que la vida les tenía preparado y que ahora era tiempo de romper con todo o recuperar esa vieja amistad interrumpida.
Se reunirían para aclarar y sacar todo lo que tenían dentro. Eran heridas causada sin intensión, por qué el quería a su hermano,
Alessandro siempre sintió pesar por todo aquello que los separó, compartían todo menos a la mujer que amaba, Donatello fue el elegido por ella, y él respetó esa decisión.
Pero una mala jugada separó a Donatello de Pierina sin una posibilidad de volver y el término unido a ella de por vida. Una hija.Alessandro llegó y aparcó su Lamborghini en el estacionamiento, apretó el volante sentía esa presión en el pecho, su corazón latía fuertemente no sabía la reacción de su amigo su hermano suspiró profundo y salió, camino a paso firme llegó a la puerta y esta se abrió.
— El señor Rinaldi lo espera en el despacho.
Dijo Dora guiando lo al lugar. Tocó y escuchó la orden de pasar.— ¡Adelante! — Ordenó Donatello, pues ya sabía de la llegada de Alessandro.
Alessandro abrió la puerta y lo vio sentado en detrás de su escritorio.
Se miraron, Donatello se puso de pié, caminó rodeando el enorme escritorio, se acercó a Alessandro lo saludo con un apretón de .ano, le señalo el asiento y caminó en dirección al minibar, sirvió dos vasos de whisky y volvió al lugar.
Le ofreció y Alessandro lo acepto, bebió un sorbo.
Suspiró..— ¡Bien! Gracias por recibirme Donatello.
— Nos debíamos está conversación Alessandro.
La tensión se podía cortar con cuchillo. Bebió todo el contenido de su vaso y continuó.
— Tarde años en buscarte, no fue fácil por eso tarde en hacerlo, luego también por que estuve muy ocupado, la familia ya sabes, los hijos, el trabajo.
— No tengo familia Alessandro,
Kiara desapareció con mi hijo.Sus palabras fueron interrumpidas por Alessandro.
— ¿Tienes un hijo!? — Medio sorprendido preguntó.
— ¿¡Pierina nunca te contó!?
Alessandro negó con la cabeza sin proferir palabras.
Y entonces comprendió que jamás volvió a ser tema de conversación entre Pierina y su amigo.¿Lo olvidaron? ¡No! No lo olvidaron, simplemente el era pasado y no tenía cabida en el presente de ellos hasta Ahora.
Alessandro explicó todo lo que ocurrió en su vida después de despertar.— Desde que regresé a buscar respuestas de lo ocurrido, descubrí que era el padre de la hija de Pierina y el tema se desvió. Quedó en el olvido.
— ¡Comprendo! — Respondió un decepcionado Donatello. Pero continuo.
— Te dieron por muerto y yo estuve a punto de casarme...Contaron todo lo vivido por cada uno ellos, la tensión fue desapareciendo poco a poco y el ambiente se volvió más llevadero.
Pasaron horas charlaron cosas triviales y de futuros proyectos para trabajar juntos.
Alessandro se despidió dejando una invitación para un almuerzo de domingo— Recuerda que quien no quiere ser encontrado aún que lo puedes tener muy cerca y no lo vez, búscala, busca a tu hijo empieza nuevamente desde donde te llamaron para darte la prueba.
Quienes fueron las mujeres qué estuvieron de parto esos días.— ¿¡Otra identidad!?
— ¡Exacto! Bajo otra identidad pudo llegar ahí.Se despidieron con un abrazo, y se fue con la tranquilidad de haber recuperado su amistad de toda la vida.
Donatello volvió a sentarse miró una foto de una ecografía, era lo único que tenía de su hijo, un hijo que tenía nueve años sin ver. Tomo su teléfono y llamó nuevamente al detective, le dió datos para que empezará a buscar nuevamente.
Con esa nueva ilusión, tomó su gabardina las llaves de su Bugatti y salió.
Estaba frente a los portones de la mansión D'Alessio, hoy era el día, día de revelaciones y perdón tenía que cerrar ciclos para empezar nuevamente.
Pasó los portones bajó se su auto y caminó hacia la puerta tocó y fue atendido por la muchacha del servicio.— ¿La señora de la casa? — Preguntó Donatello a la muchacha de servicio
— En el jardín con los niños. Un momento y lo anuncio.Salió al jardín donde estaba Stefano y Pierina con su pequeños.
— Señora, el señor Rinaldi la busca.
Pierina sabía que se debían una conversación, pero no sé apuro a buscar el momento. Miró a Stefano y este la tomo por la cintura y la atrajo hacia él.
— Se deben este momento para seguir, sin sombras ni dolor. Dijo Stefano
— Ya no hay dolor, mis heridas están cicatrizadas y ¿sombras? Mmm ¿no! Estoy libre y feliz mi amor. — Respondió una Pierina segura de si misma.Unieron sus labios en un profundo beso. Se giró le dió la orden .
— Dile que pase, por favor.
La muchacha salió a decir que podía seguir, Donatello siguió conocía muy bien el camino. Stefano salió para dejarlos a solas era algo en lo que él no estaría presente.
Donatello llegó al jardín y vió como Pierina jugaba con sus bebés.
" Se ve muy hermosa en ese roll de madre" Pensó. Y luego.
" Siempre lo fue, si no hubiera ocurrido todo aquello esos cuatro bebés fueran tuyos y la pequeña Lugg te llamará padre."
" Basta! Las cosas son como tenían que ser."
Le reprochó a su vocesita interior llamada conciencia.
Caminó a paso lento con sus manos metidas en los bolsillos.— ¡Hola! Pierina.
Pierina le puso rígida como una cuerda, una cosa era lo que sentía y otra muy distinta enfrentar el pasado lleno de dolor. Se giró lentamente y se quedaron frente a frente, sus ojos se encontraron sintió un leve temblor apretó sus puños a los costados de su vestido. Suspiró y una leve sonrisa se dibujó en sus labios.
— ¡Hola! Donatello.
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PEDACITO DE CIELO, Un Amor Sin ADN. Libro #1 De La Saga Cielos Eternos
RomancePEDACITO DE CIELO Un amor sin ADN Stefano Pierre. Un doctor en pediatría, soltero sexy, y apasionado . Tras la traición de su prometida regresa a su Roma natal, dónde el destino le tiene preparado un encuentro con el verdadero amor que viene con e...