Capítulo 30. Más abuelos

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Dos semanas después, Alessandro estaba de regreso a Roma con la que ahora es su familia, su mujer y su hijo. Dante ya no registraba como hijo de madre soltera, ahora era Dante Berlusconi Leroux. Cuando llegaron un gran recibimiento los esperaba con pancartas hechas por su hija. Los vieron venir y su hija corriendo a sus brazos fue a su encuentro.

—¡Papá Volviste! ya te extrañaba.

La tomó en sus brazos dando vueltas mientras ella reía feliz.

— Yo también te extrañé mi amor. — Respondió un Alessandro feliz. Tenía a su familia ya su hija.

La sorpresa más grande del día fue ver a los padres de Alessandro en el aeropuerto llegando de Alemania.

— ¡Padre! No me dijiste que venías.
Dijo abrazando a su madre y luego a su padre.

— Quise venir a ver cómo ibas, darte una sorpresa y los sorprendidos somos nosotros .
Dijo mirando a Alexa. Alessandro Se acercó a ella tomándola de la mano, y caminando a ellos.

— Padre, madre les presento a mi mujer y a mis hijos, Luggina y Dante.

Luggina se acercó a ellos tendió su mano en dirección a ellos.
— ¡Mucho gusto! soy Luggina Pierre. Me alegra saber que tengo dos abuelos más.

Enzo y Gaia la miraron se pusieron a su altura vieron que era la versión femenina de su hijo, miraron a su hijo este asintió y ellos comprendieron, que era su nieta  pero no entendieron porqué era Pierre. Le dieron besos y la abrazaron.
Luggina no podía ser más feliz,
Miró a cada uno de ellos y vio que tenía tres abuelos y dos abuela.

— ¡Que genial! tengo más abuelos. Y más hermanos.

Entre risas y ocurrencias llegaron a la recepción del cumpleaños de Lugg.
Todos disfrutaron de una tarde de amigos y familia. Jamás se imaginaron que entre el personal de servicio, estaba el enemigo silencioso, vigilante y descubriendo el punto débil de todos y sobre todo de Stefano y Pierina. Adelle no contaba con el embarazo de esta, pero le servía de algo, un hijo de Stefano uno que lleva su sangre ya no Luggina.

La recepción terminó todos y cada uno fue despedido, Alessandro y Alexa fueron a la que sería su nuevo hogar la mansión Berlusconi, tenía mucho que explicar a sus padre sobre el origen de su hija y el porqué llevaría el apellido Pierre.

Una semana después, de contar y aclarar los acontecimientos Enzo y Gaia Berlusconi no cabían de la felicidad. Saber que tenían dos nietos, con quién compartir mientras los otro dos llegaban era algo maravilloso para ellos. Se quedarían definitivamente en Italia, no se perderían el compartir con sus nietos ni un solo instante.

Stefano seguía en su trabajo de cada día, todo estaba en completa paz sin imaginar que pronto esa paz se vería interrumpida por la más desolada tragedia. Nadie los preparó para lo que se les avecinaba.

En el consultorio de su amigo, planificaron cada detalle, par esperar a los más deseados niños.

— Fabrizio, quiero que organices todo el personal médico y el área para cuando llegue el momento. Quiero un pediatra para cada bebé, enfermeras privadas, todo.
— Todo está en completo orden, ya me adelanté a lo que pides, mis sobrinos estarán en las mejores manos. Por cierto Mericci está dentro del personal, será jefa del área de enfermería. La ambulancia y médicos están las veinticuatro horas los siete días a la semana en la mansión por si se presenta alguna emergencia.
— Gracias hermano, mis hijos tendrán al mejor tío.
— Y eso que tengo que competir con Alessio, y Alessandro.

Stefano salió del consultorio de fabrizio y fue al suyo, terminó la jornada de trabajo, salió al estacionamiento y fue rumba casa no sin antes comprar los chocolates preferidos de Pierina.

De camino  sonó su teléfono, miró la pantalla reflejaba el nombre de su padre.
— ¡Hola Padre!.- Respondió sin imaginar lo que vendría.
—  Hijo necesito que vengas a verme tengo algo muy importante de que hablar.
— Estoy de camino padre, en treinta  minutos estaré ahí.

Cambió la dirección para dirigirse a la mansión de su padre y menos de treinta minutos ya está bajando de su carro para dirigirse a la sala de Star.

— ¿Mi padre? — Preguntó a la muchacha de servicio.

— Buenas tardes señor. Su padre lo espera en la oficina señor. — Respondió Darling
Agradeció y caminó a la oficina y tocó.
— Adelante hijo.
— ¡Hola papá! me dejaste preocupado. ¿Sucedió algo?
— Mira. —  Dijo girando la pantalla de la computadora para que Stefano viera las imágenes. Su sorpresa fue tan grande.

Jamás me imaginé los alcances de Adelle, llegar hasta aquí y lograr entrar en la casa el día del cumpleaños de Luggina, debe tener un cómplice que la está ayudando, me levanto de la silla camino de un lugar a otro empuñando mi cabello, me siento jodida mente frustrado, Pierina en el estado que está no puede recibir impresiones.

— ¡Papá! Montaré vigilancia en la casa y pondré custodio a Luggina. No puedo confiarme.
— Mantuve a los investigadores desde el día que llegaste y no daban con ella desde que llegó de  Nueva York, aún no sabemos quién la ayudó y como llegó aquí.— Expresa mi padre con una calma que no siente.
— El problema es que está aquí y se metió en la casa. — Mi frustración es grande y no tengo cómo saber dónde está esa loca.
— Tenemos que dar con ella y su   cómplice. — Sentencia mi padre.

Padre dice que se encargará de investigar, mientras pediré a Luiggi que contrate a los hombres que sean necesarios.

Salió con dirección a la casa Berlusconi, tenía que poner al tanto a Alessandro para proteger a Lugg.
Llegó muy sumergido en sus pensamientos, bajó del auto y fué su amiga quié lo recibió
— ¡Stefano! Que alegría tenerte por aquí.
Saludó Alexa ya muy próxima al nacimiento de los gemelos respondió y fue directo a la oficina de Alessandro .
—¡Hola! Álex necesito hablar con Alessandro.
— Está trabajando en la oficina. Pero pasa eres bienvenido a cualquiera hora y circunstancias. - Respondió una sonriente Alexa.
Pasó a la oficina y Alessandro se levanta saludando me.
— Hermano ¿Que te trae por aquí,?

— Estoy preocupado y necesito un custodio solo para Lugg, que sea de confianza para proteger a Lugg.
— ¿Proteger a lugg? — Pregunta algo desconcertado .
— Si. Proteger a lugg. Adelle está aquí.

Le explico todo lo sucedido con Adelle y el temor que tengo de que le cause daño a Lugg.
— Para eso somos los amigos  y a nosotros nos une un vínculo irrompible. Y más si se trata de mi hija. ¿Que quieres que haga?
— Consigue tú al hombre de confianza entre los tuyos, para Lugg.

— Adelle Está aquí  y no quiero correr riesgos de complicidad.
—  Esa mujer está loca, obsesionada contigo.
— Estuvo infiltrada en la fiesta de Luggina.
— ¿¡Qué!?
La sorpresa de Alessandro no pasó desapercibida por Alexa que entraba con una bandeja con bebidas.
— ¿Sucede algo? — Preguntó poniendo la bandeja a un lado del escritorio y caminando a él.

— Cariño no te preocupes y no te agites debes descansar .
Dijo Alessandro parándose y acercando se a ella.
— ¿Pero pasa algo? Stefano ¿que sucede? — Insistió Alexa.
— Adelle estuvo infiltrada en la fiesta de Lugg. Y eso no me da buena espina. — Contestó Stefano.
— Esa mujer es muy peligrosa. Si te secuestró y te mantuvo bajo identidad falsa, eso significa que es una delincuente — Recalcó Alessandro mirando a Stefano y Alexa.
—Temo por Pierina. Que le haga dañó -  Dijo Stefano preocupado por la seguridad de su familia.
- Dios esto es terrible. — Dijo Alexa llevándose una mano a su vientre y caminando hacia los ventanales del despacho.

Alessandro llamó a su jefe de seguridad para pedir más hombres y custodiar la casa D'Alessio, su hija vivía ahí y con una loca suelta era mejor prevenir.
Una hora después Stefano estaba en casa con su mujer y su hija.
— ¡Papito! ¿Por qué tendremos más personal de seguridad?. El tío Luiggi está con más hombres.
— Solo es cambio de personal hija, no pasa nada, ustedes tranquilas que yo las cuidaré. — Dijo con una calma que estaba muy lejos de sentir.

Y es que nadie está en la incertidumbre que es la cabeza de una mujer frustrada como Adelle Fischer, está mujer era una amenaza.

PEDACITO DE CIELO, Un Amor Sin ADN. Libro #1 De La Saga Cielos EternosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora