Capítulo 44. Baby shower.

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Un mes había transcurrido desde el día de la boda, ahora estaban en un gran salón de eventos nuevamente, era de propiedad de Pierina, el lugar era todo natural al aire libre con grandes piscinas, rodeada de vegetación, la de oración era de tonos neutros y pasteles.

Pierina, Mericci, Alexa y Chiara, decidieron realizar el baby shower, pues ya faltaba poco para la llegada de ellos. Y mucho para los de Chiara.

— Mi amor  ¿Te sientes bien? —  Preguntó Stefano a ver a Pierina tocar su vientre y hacer un gesto de incomodidad.

— Solo un poco cansada cariño  ya vez que me canso mucho últimamente.

— Ven vamos para que te recuestes un rato. — Le tomó la mano y la llevo a una de las habitaciones.

Mientras los invitados disfrutaban de la reunión, Alexa también estaba en las mismas condiciones era la primer embarazada y sería Lía Marenna, la primera en nacer.

— Alessandro, no creo llegar a mañana estoy sintiendo contracciones y muy seguidas. - la expresión en su rostro mostró las sensaciones de malestar que sentía.

— Vamos te llevaré al hospital, para que te revisen. — Dijo dando vueltas de un lado a otro.

— Alessandro  ya mi amor no te pongas nervioso, ve y busca a mi suegra, estás echo un manojos de nervios. — Le dijo con una e presión burlesca que no le llegaba a los ojos.

— ¡Aaaag Diooos! Ve pronto ya viene. — Gritó y Alessandro se tomó sus cabellos dio vueltas y salió corriendo en busca de su madre. ¿Será así cada vez que sería padre?

Era un convoy, todos unos tras otros, en dirección al hospital.

Una hora después, Alessandro sentia el pecho hinchado de tanto orgullo. Tener a su hija en brazos era la felicidad más grande.

— Les presento a Lia Marenna Berlusconi Leroux.
Dijo cuando todos llegaron a los cuneros dónde estaba la pequeña bebé rubia de ojos verdes como lo era él.

Una semana después.

Era Stéfano quien recibía la sus gemelas Gianna Gabrella y Giannina Fiorella.
Estaba feliz con la llegada de sus hijas las llevo a la sala de cuneros mientras Pierina se recuperaba.

Dos horas después estaban todos en la gran habitación, conociendo a las gemelas, Lugg, era la niña más feliz, tenía muchos hermanos que cuidar, eso era lo que pensaba y sentía, su sentido de la protección la hacía sentir como la mamá gallina esperando a sus polluelos, tenía doce años  y si porte era de una adolescente, con sus ojos verdes profundo heredados de su abuelo Enzo y Gaia Berlusconi .

Muy pronto era Fabrizio quien taba en los mismos corre corre, a pesar de ser Médico le ganaron los nervios de ser padre primerizo, vuelto loco por ver a sus hijos, estuvo todo el tiempo a lado de su esposa mientras sacaban al primer bebé, Andreas Leandro lloró y dos minutos después sacaron al segundo Aurelio Giosué lloró tan fuerte como el primero luego de dos minutos era el tercero en llorar Gianni Marco, cada uno en brazos de su pediatra que los revisaba para descartar cualquier situación con ellos.
Fabrizio besó la frente de su esposa.

— Gracias por tan maravilloso regalo, te amo, te amo. — Le Susurró sobre sus labios.

— Y yo a ti. — Respondió muy agotada a pesar de ser cirugía, este efectos de la anestesia.

Les pasaron a los bebés se los pusieron el su pecho.

" Es la imagen más hermosa del mundo"   — Pensó Fabrizio, mirando a su esposa junto a sus tres retoños.

Hora y media hora después estaban en la habitación ya todos reunido esperando a los trillizos. Y es que eran ya una gran familia.

Lúgg ahora tenía primos que sumaban a la lista.

Ocho meces después .

Todos están en la mansión Rocco Brambilla. En el Baby shower de los mellizos Luka D'Aniello y Kaela Darice.

— ¡Alessio!

Todos reían y hablaban hasta que el grito de Chiara los sacó de sus interacciones. Alessio corrió al encuentro de su esposa.

— ¡Chiara! Mi amor ¿Dime qué ya están viniendo?

— Síii, ya es hora. — Decía casi gritaba con una expresión de dolor. Sentía que su espalda vaja se partía en dos.

Alessio corrió a traer el carro, y salió como disparado flecha, llegando a las grandes puerta regresa.

" ¡Joder! Pero tengo que llevar a Chiara y me estoy yendo sin ella"

Dio la vuelta y llegó nuevamente para tomar a Chiara en los brazos como pudo y subirla al auto.
Todo estaban en la sala a la espera de noticias.

Mientras en la sala de partos Alessio sostenía la mano de su esposa, mientras secaba las perlas de sudor en la frente de ella.

—  Vamos  Chiara, cuando te diga que pujes lo haces. — Le indicó el doctor que hiciera. Y así lo hizo.

— Vamos, puja con todas tus fuerzas Chiara tu hija ya está viniendo.

Alessio soporto cada apretón, cada rasguño que le daba Chiara, pero no hizo gesto alguno.

— Vamos amor, tú puedes eres fuerte.
— Aaaag. — El grito de Chiara se escuchó en los pasillos junto con el llanto de Luka D'Aniello, respiró profundo y fuerte, envolvieron al bebé en una manta blanca y lo recibió Stefano, mientras Alessio se sostenía del filo de la cama para no caer al suelo desmayado.

— ¡Otra vez! — Gritó Chiara, sintió las contracciones nuevamente y empezó la labor de parto para ayudar a su hija a llegar bien.

— ¡Puja! Chiara, puja. — Decía el médico ayudando a la pequeña Kaela Darice, cinco minutos después el llanto y el grito de Chiara se escuchaba nuevamente en la sala.
Alessio no resistió más y cayó al suelo desmayado por la impresión de ver todo aquello.

" Jamás te vuelvo a embarazar mi amor"  Ese fue su último pensamiento se dejó arrastrar por la oscuridad. Stefano reviso a los niños los entregó a las enfermeras y ayudó a poner en una camilla a Alessio.

Todos esperando por noticias en la sala de espera cuando les dijeron que podían pasar a la habitación trescientos quince, todos fueron a la habitación y la sorpresa fue tan grande como cómica, estaba Alessio Rocco desmayado,

Toda una sorpresa, se miraban entre si, cuando el médico les indico el número de habitación de Chiara y los bebés.
Todos rieron por la gran ayuda que Alessio brindo a su esposa.

Cuatro meses después.

Estaban todos en la mansión D'Alessio festejando el primer año de Gianna Gabrella y Giannina Fiorella.

Todos recordaban y reían al gran Alessio Rocco fuerte e inquebrantable, desmayado y bañado en sudor.

— Jamás imaginé todo el esfuerzo que tiene una mujer al traer a sus hijos al mundo. — Les dijo con tan grande asombro.
— Pensé que iba a morir. Mi amor ya no tendremos más hijos — Le sugirió le ordenó, a su esposa.

— Señor Rocco, soy yo que los trae al mundo  y tú disfrutas haciéndolos, así que yo quiero tener más hijos. — Le contradijo ella. 

— Mira a tus amigos tienes una familia numerosa ¿Nosotros nos quedaremos solo con dos? ¡No! verdad!

Alessio no pudo contra ese claro desafío. Resignado se encogió de hombros y le dio un tierno beso en los labios. Claro que el también quería tener una familia numerosa.

Y así continuaron con la celebración del cumpleaños de los gemelas.

PEDACITO DE CIELO, Un Amor Sin ADN. Libro #1 De La Saga Cielos EternosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora