PEDACITO DE CIELO, Un Amor Sin ADN. Libro #1 De La Saga Cielos Eternos

Capítulo 26 Una hija para dos papá's

Me llevé un gran susto, al ver el caballo intentar saltar, gracias a Dios alguien fué muy ágil.
Correr al hospital fue una locura  y mucho peor lo que sucedió después, encontrar a Stefano con un collarín fué impactante ver a Lugg correr a sus brazos, me derritió el alma, verlo después de tantos años, es algo que no esperaba, ver cómo se complementan en ese abrazo   hubo un lenguaje que solo ellos lo entendieron, miré a Alessandro ver el dolor en sus ojos al mirar esa complicidad que su hija tiene con su otro padre. Será difícil para ellos compartir el amor de Luggina.
Verlos en ese duelo de miradas yo no sé que hacer tengo sentimientos encontrados quiero correr a sus brazos pero saber que nunca intentó comunicarse ¡no! ¿ El hizo su vida.?.

— ¿ Puedo tener un momento con mi hija?
La pregunta de Stefano  me saca de mis cavilaciones, lo observo y veo que habla sin quitar la mirada de Alessandro.
— Mamita, tío papito, ¿Puedo hablar con mi padre? Por favor.
Y es Alessandro quién responde sin dejar de mirar a Stefano.
— Solo un momento hija, el médico aún no termina de revisar te.

Salen de la habitación.
" ¿Que fue todo eso? "
"¿Stefano magistralmente me ignoró?"  " Claro, que esperabas, si te ve casi abrazada y nada más que con el verdadero padre de tu hija"
Le recriminó su conciencia.
Recordó todas las salidas como una familia con Alessandro.
"¿Estará pensando que Alessandro y yo?"
Su angustia creció en su interior.

Mientras Stefano llevó a la pequeña Lugg, a comer el más grande de los helados.
" Papá, ¿dónde estuviste todo estos años?
Preguntó la pequeña, mirandolo a los ojos, es como si en ellos viera todo sin recibir una palabra.
—  ¿Es verdad que una mujer te llevó?
— Hija eres muy pequeña para entender.

Y es que Stefano desconoce, que mientras su hija crece su IQ. Es de nivel muy alto.
—  ¡Padre! se que estoy atrapada en un cuerpo de una niña de casi seis años, pero entiendo todo lo que sucede a mi alrededor.
Se que mi padre biológico es Alessandro Berlusconi, bastó mirarme al espejo con el, para saber que soy su hija,
— Mi peque, tú eres mi hija, de corazón, del alma por protegerlas me fui.
— Lo sé padre, se que soy tu cielo y en mi corazón, a tío papito lo amo, también es mi padre, pero tú eres mi favorito, te amo, papá. Nunca más nos dejes. —  Expreso con tristeza su hija, se abrazaron nuevamente  respondió a su abrazo tan deseado, tan anhelado, nunca las hubiera dejado. Y respondió a su petición.
— No mi amor, nunca más me alejaré de tí.
— ¿Dejarás que  tío papito se quede con nuestro pedacito de cielo? —  Preguntó su hija con cierta picardia.  Stéfano cerró sus ojos y suspiró profundamente.

— No estés muy lento papá, tío papito quiere a mamá.
" Y ella a él " — Se dijo en sus adentro.
Stefano, recordando la escena que vio en el centro ecuestre, era muy romántica como para decir que entre ellos no existía una relación.

Mientras en la cafetería del hospital, Pierina, miraba el café en su taza sin  siquiera probarlo, tenía los pensamientos tan puestos en Stefano y su hija.
—  ¡Cariño!
Dijo Alessandro tomando su mano.
—  Me olvidó, Aless él se olvidó de mí, de su promesa, de nuestro amor.
—  Habla con él, debes darte la oportunidad de escucharlo, alguna explicación hay para que todo este tiempo haya desparecido.
Tienes que llegar a un entendimiento con el, veo que mi hija lo quiere y mucho.
— Se aman, se complementan tanto que cuando se juntan los dos el mundo a su alrededor desaparece.
—  Lo noté, vi como ese par son tan apegados ojalá mi hija pudiera mirarme así.

Dijo Alessandro con una tristeza que le rompía el corazón  y es que no es fácil desplazar a alguien del corazón cuando no están dispuesto a dejarlo ir. Alessandro no podía luchar contra corriente, tenía que aceptar que no podía tener el amor y el corazón de la mujer que el dice o cree que amar.

 "¿Dice?  ¡Si! digo por qué la amo. ¡no! no la amas por qué en tus pensamientos está  Alexa"

 Y es que en su interior era una lucha constante entre la razón y en corazón.