Stefano sintió que su mundo se desmoronaba bajo sus pies, sintió su corazón martillar en su pecho, apretó el teléfono en sus manos, Stefano se sentía inquieto se imaginaba los peores escenarios con su hija incluida, regresó al despacho y le mostró el mensaje a su padre.
Luiggi tomó el número para así poder rastrear la ubicación en caso de volver a comunicarse, y en ese momento entró la llamada de Pierina.— Stefano. Ven por favor, no quiero estar sola te necesito.
Stefano colgó y se despidió de su padre, salió tan pronto pudo, tenía que continuar Luiggi lo siguió tenía que rastrear el número del mensaje
condujo a la mansión D'Alessio queria ver a sus hijos y estar con Pierina, sentía que le había fallado al no cuidar de sus pequeños.
Se sentía impotente ante la situación."Como pude ser tan ciego y no ver qué Adelle estaba loca."
Se recriminaba, nunca vio indicios de locura en esa malvada mujer, no antes de cometer el crimen en contra de su propio hijo.
Llegó y se encontró con una escena muy desoladora,
Pierina en un mar de lágrimas, le mostró el teléfono.Recibido de número desconocido .
— Pagarás caro el poner tus ojos en mi hombre, tu hija quedó tirada en unos de los vagones de basura.
Stefano se quedó de piedra al leer el mensaje.
"Maldita seas Adele" — Maldijo en sus adentro. Esa mujer era el demonio, ser capaz de dejar tirada a su hija en un basurero. ¡No! No se daría por vencido, no caería en el juego mental de es loca.
Llamó a su padre para avisarle que saldría a buscar en toda la ciudad.
— ¡Llévame contigo Stefano! Por favor estoy muriendo de angustia.— Suplicó, ordenó,
Salieron en busca de la pequeña como lo hacían cada dÍa, que se convirtieron en meses, todos buscaban y siempre eran pistas falsas. Era como si la tierra se la hubiera tragado.
Los bebés ya estaban fuera de las termocunas estaban creciendo y aún no tenían noticias de la pequeña Amaranta, Pierina sentía nostalgia de su hija, sentía su corazón estrujar cada que alimentaba a los pequeños— Mi hija. — Susurró mientras los miraba, Luggina siempre estaba presente, su felicidad no era completa si su hermana no estaba.
— La encontraremos amor, la tendremos y la veremos crecer, crecerán todos unidos lo prometo.Dijo Stefano abrazándola y dándole un beso con una tranquilidad que no sentía.
Mientras en la cabaña.
Adelle alimentaba a la pequeña Amaranta Cristea.
Había cambiado su color de cabello a tono rojizo sus ojos eran verdes, marcó pecas y salía tenía que buscar trabajo, Ártur había desaparecido de su radar.— Bien pequeña, te quedarás muy quieta mamá tiene que salir a buscar más fórmula.
Dejó dormida a la pequeña Amaranta tomó su motocicleta y salió.
Dio vueltas por toda la ciudad estaba desesperada no tenía dinero y no podía seguir viviendo en la cabaña y esperar a que Ártur aparezca.El último mensaje enviado fue a Pierina, nunca más envió mensaje desapareció del redar del mundo quería castigar al hombre que alguna vez la amó, pero no aceptó su error, Amaranta Cristea sería su hija.
" Serás mía, mi hija."
Sus pensamientos eran cada día más confusos.Y es que cada día Adelle perdía la noción de la realidad, sus traumas jamás la abandonaron, crecer en un orfanato y ser maltratada marcó su vida.
Siendo adolescente se escapó del lugar y vagó por las calles sintiendo hambre y frío hasta que fue a parar en las manos de Benno Wolf, un hombre cruel que la maltrató y violó siendo una niña de diez y seis años, la metió en el oscuro mundo del espectáculo de los clubes nocturnos más exclusivos de la ciudad de Berlín, dónde bailaba y daba servicios sexuales a clientes exclusivos.Estuvo ahí en ese mundo, hasta que la vio Cedrik Schmidt, un empresario multimillonario que simplemente la se la llevó del lugar y fue desde ahí que empezó a incursionar hasta convertirse en la modelo más famosa de las mejores cada de modas y marcas reconocidas del mundo.
Era hermosa pero llevaba en su vida las secuelas de años de abuso por parte de Benno.
Conoció a Stefano y su vida dio un respiro de tranquilidad hasta el día que descubrió embarazada, estaba embarazada y toda la tranquilidad se fue junto con su hijo.Ahora huyendo y con una niña secuestrada la vida no te pintaba colores brillantes.
Fue a una agencia de trabajo y solicitó uno de doméstica." Bajo perfil hasta que reúna dinero y pueda irme de este país " Pensó.
Salió del lugar y fue hacer lo que mejor sabía hacer, buscar clientes y obtener un poco de dinero.
Dos meses después en la mansión de Donatello Rinaldi, el ama de llaves pedía al señor solicitar los servicios de una chica para lavandería y planchado, pues la que estaba renunció para casarse y no regresaría, fue entonces que la llamada entró al celular de Adelle.
— ¡Hola!
— ¿Con la señora. Greta Lee?.
— ¡Si! Ella no está pero puede dejar el mensaje, por favor.
— Tiene una propuesta de trabajo, que se presente con la familia Rinaldi..Recibió la dirección esperó el día de la cita y se presentó.
— Soy Greta Lee, estoy aquí por la solicitud de trabajo.
Presentó la falsa documentación y fue aceptada. Tenía trabajo y refugió.
Instalada en la mansión Rinaldi, muy lejos de imaginar que su nuevo patrón era nada más que el ex de quién ella veía como su enemiga.— Bien mi pequeña Cris. Aquí nadie nos encontrará trabajaré, reuniré dinero y nos iremos lejos a empezar de cero una vida nueva mi bebé.
Tres meses escondiendo se del mundo, tres meses en los que una madre llora y un padre no tiene idea de dónde más buscar.
— Stefano. Siento que cada día muero lentamente, ver esa cuna vacía me mata de a poco.
— Perdóname Pierina. Perdón por no traer de vuelta a nuestra hija, daría mi vida por tenerlos a todos aquí.Una lágrima rodó por las mejillas de Pierina, sentía que no podía más, cada día despertar con la esperanza de que ese día encontrarían a su pequeña, pero al llegar la noche ya cuando todo está en completo silencio saber que su cuna sigue vacía esperando por su dueña, no era algo que deseas vivir.
Caminó en el silencio de la noche, y como cada noche lo hacía ir a la habitación de Amaranta Cristea y confirmar que no despertaba de esa pesadilla.
" Mi hija, ¿dónde estás mi bebé?"
Lágrimas rodaban por sus mejillas. Sus pensamientos cada día la agobiaba. Sentirse inútil sin poder dar con el paradero de si hija.La pequeña Amaranta Cristea, está creciendo lejos de sus brazos, de su familia, de sus hermanos.
Amarantta Cristea
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PEDACITO DE CIELO, Un Amor Sin ADN. Libro #1 De La Saga Cielos Eternos
RomancePEDACITO DE CIELO Un amor sin ADN Stefano Pierre. Un doctor en pediatría, soltero sexy, y apasionado . Tras la traición de su prometida regresa a su Roma natal, dónde el destino le tiene preparado un encuentro con el verdadero amor que viene con e...