Mi estúpido compañero -Soukoku

Dazai

Es una bonita idea pensar que sí

El frío en estos días se ha sentido más que el año pasado. Lo malo es que no cae nieve en la ciudad, pero con este frío parece que lo hará. Ya solo queda esta semana de clases, todos están estresados con los trabajos finales y proyectos. Kunikida está en su estapa de "solo respondo mensajes de la escuela", Atsushi y Tanizaki se van corriendo a sus casas para terminar la tarea, y Chuuya... Tiene ojeras y ojitos de sueño.

Admito que se ve realmente tierno cuando llega bostezando a clases, abrazándose a su chamarra mientras espera a que llegue el profesor, pero me preocupa cuanto tiempo ha dormido. Él no es de los que aguantan un día entero durmiendo 3 o 4 horas en la noche, aunque quisiera. Y lleva toda la semana así desvelado, me preocupa que de enferme por dormir así.

-¿Te preocupa la salud del señor Nakahara y la tuya no? -preguntó Odasaku.

Con el frío que hace, no nos hemos sentado en el césped, sino en las bancas del patio.

-A Chuuya lo quiero... -suspiré con una sonrisa -. Y me preocupa que no duerma.

-Deja que termine esta semana y verás que va a dormir mejor

Asentí y sonreí, tal vez tenga razón. Y realmente espero que sí, no me gusta ver a Chuuya ojeroso y con sueño todo el día.

Si mi memoria no falla, solo nos faltan 5 proyectos y 2 exámenes, y ya seremos completamente libres. Espero que, cuando acabe los proyectos, vuelva a cantar en la ventana. Extraño realmente escucharlo antes de irme a dormir.

***

-¡Ya se acabaron las clases! -gritó Atsushi, lanzando su mochila al sillón

-Atsushi, no grites así -lo regañó Kunikida

-Perdoname, sabes que me emociona salir de vacaciones

Como es último día de clases, todos vinimos a casa de Atsushi. A los que nos quedamos de internos nos dejan salir este día, ya que el director sabe que muchos salimos en bolita con nuestros amigos y tiene compasión de nosotros.

-Atsushi, ¿donde pongo la pizza? -preguntó Tanizaki, cargando 3 cajas.

Atrás de él estaba Chuuya, con dos refrescos abrazados.

Como los demás no cargamos nada, traemos sus mochilas. Aunque Chuuya perfectamente pudo dejarla en la escuela, pero no quería perder tiempo. Siempre que salimos juntos se emociona muchísimo y quiere aprovechar el tiempo lo más que se pueda. Y, por lo mismo, no dejó que dejara la mía, sino que me hizo traerla.

Tanizaki dejó las pizzas en la mesa de la sala mientras acompañé a Kunikida la cocina por platos y vasos. Por su parte, Atsushi estaba poniendo el DVD para ver una película. Cuando regresamos, los 3 estaban sentados en el sillón. Chuuya me sonrió y dio pequeñas palmaditas en el espacio que había a su lado.

Aww, me apartó un lugar...

Les pasamos a cada quien su plato y comenzamos a comer pizza mientras la película empezaba. Atsushi y Tanizaki insistieron fervientemente en que pusieramos una película llamada Quiero comerme tu páncreas. Honestamente no la he visto, pero dicen que es triste. Vamos a ver que tal.

Acabé llorando.

Dios mío, los 5 terminamos llorando, abrazando un cojín o a quien teníamos al lado. Chuuya se abrazó a un cojín mientras lloraba y yo lo abracé a él. Tanizaki y Atsushi se abrazaban a Kunikida, y él abrazaba una almohada.