Dazai

1.7K 123 830
                                    

Por los perros callejeros

He hablado últimamente con la señorita Haruno, lo he pensado mucho. Por mi salud emocional y mental no quería hacerlo pero... Creo que ya es hora de que me haga un análisis de ETS. No es que quiera ya tener relaciones pero hay dos razones por las que creo que debo hacerlo. La primera es porque, si tengo algo, debo atenderlo, y la segunda, bueno, independientemente de si tengo o no tengo intimidad con Chuuya, creo que es algo que él debe saber. Sé que no estoy listo para intimar, pero no quiero que, si ese momento llegue, una enfermedad sea un impedimento.

La señorita Haruno me dice no lo haga si no estoy completamente seguro, ya que es un golpe algo fuerte teniendo en cuenta mis vivencias, por lo que lo hablé con Odasaku y el señor Mori también. El señor Mori dice que muchas se curan con relativa facilidad y que él podría recomendarme alguien de confianza para dar seguimiento en caso de que tenga, y Odasaku me dijo que él haría todo lo que estuviera en su mano para que pudieran atenderme en un buen lugar.

Solo queda hablar con Chuuya.

Sé que no lo tomará a mal, no debería hacerlo, pero eso no quita que esté nervioso. Quiero decir... No quiero que piense que lo estoy presionando o que me estoy presionando, solo quiero saberlo... Ah, es tan complejo...

Sé que vendrá después de comer a casa y que se quedará toda la noche pero siento que las horas pasan demasiado despacio y cada vez comienzo a ponerme más ansioso mientras doy vueltas por mi habitación. ¿Por qué tarda tanto? Solo fueron por un traje, se supone que no es tan tardado. No creo que le estén probando 15, Chuuya es muy sencillo para elegir ese tipo de cosas

Aunque no sé cómo sea el profesor Arthur. Él parece ser más meticuloso...

Ay, Dios mío, ¿Por qué tardan tanto?

Seguía dando vueltas en mi habitación, cuando por fin escuché el auto estacionarse y visualicé a Chuuya despidiendose en la puerta. Bien, mis nervios están a mil pero tengo que hacerlo, es importante para los dos.

Corrí ansioso por las escaleras, aunque intenté verme más tranquilo cuando comenzamos a subirlas, no quería preocuparlo tampoco.

Al llegar a la cama, nos tiramos en ella, momento en el que aprovechó para comerme a besos, cosa que me encantaba y me hacía reír, me hacía sentir protegido y no podía dejar de abrazarlo.

Así nos quedamos, en esa posición, él estaba recargado en su codo de manera que podía ver esos hermosos ojos azules y su dulce sonrisa. No hacía falta hablar, nuestra miradas lo decían todo. Necesitaba buscar las palabras para decirle, pero ninguna sonaba bien en mi cabeza, era como si todo el tema se volviera aún más difícil. Intenté no pensar demasiado en eso, por lo que tomé su mano para comenzar a jugar con sus dedos, entrelazandolos lentamente con los míos hasta llevarlos a mis labios, dejándoles un dulce beso.

-¿En qué piensas? -preguntó aún sonriendo, acariciando mi mano con su pulgar

-Es... Algo sin importancia... -murmuré. Las palabras se alejaban de mi cabeza y el miedo llegaba

-La tiene -respuso dejándose caer al colchón, recargandose en mi hombro -. Dime, ¿Que es?

Mordí mis labios con timidez buscando las palabras en mi cabeza, armando la oración pero, cuando sentí que tenía la valentía para poder decirlo, me abracé a él con fuerza, escondiéndose en su pecho mientras negaba. Me sentía algo asustado. No le dije nada, no me dijo nada, solamente me correspondió al abrazo, besando mi cabello y acariciando mi espalda.

Tenía miedo, me aterraba la idea, pero estar con él siempre hacía que, incluso si el miedo era enorme, me sintiera tranquilo y protegido.

-Chuuya... -mi voz era temblorosa, incluso sentí ganas de llorar -. Lo he pensado y hablado con el señor Mori y con Odasaku... -el miedo se apoderó de mi pecho, por lo que solamente solté todo, cerrando con fuerza mis ojos -. Me quiero hacer el examen de ETS.

Mi estúpido compañero -SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora