Dazai

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Un lugar al que llamar hogar

El orfanato se siente un poco hogareño a diferencia de antes. Las personas que nos cuidan son amables, pacientes, nos preguntan cómo estamos, ven que comamos bien, incluso cuidan que durmamos bien. No he visto a ninguno gritarnos o insultarnos, ni siquiera nos han levantado la mano. Se siente extraño en cierto modo.

Pero es un alivio también.

Es un alivio saber que no te van a dar una patada en las costillas de la nada solo por no limpiar bien algo, además de que es mucho más cómodo dormir en un futón que en el suelo. Esa es la parte que más agradezco, dormir en un lugar suave, porque la verdad siempre me dolía la espalda o los costados

Los niños aún se ven algo inseguros, en especial los que tienen entre 7 y 10 años, pero hay algunos que ya comienzan a confiar en los cuidadores, los pequeños, más que nada. Este lugar comienza a parecer una casa llena de niños y no una prisión, escuché que planean arreglar los viejos juegos que están en el patio.

Ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que alguien los usó, recuerdo que están oxidados desde que llegué a este lugar, así que creo que nunca he visto a nadie jugar en ellos. Me gusta que las cosas comiencen a cambiar para mejor, porque aquí hay niños pequeños, niños que no sabemos cuánto tiempo estarán aquí y que necesitan al menos un poco de cariño, eso hará mucha diferencia en este lugar.

Mis compañeros de cuarto están profundamente dormidos pero lo cierto es que no puedo dormir. Incluso si sé que nadie va a llegar a abrir la puerta en mitad de la noche a hacerme daño, no me siento tranquilo. Estas paredes tienen demasiados recuerdos que son realmente dolorosos y simplemente no puedo dormir. Cada que lo intento, siento como se me corta la respiración, a veces incluso tengo un ataque de ansiedad, eso ocurre cuando uno de.los niños quiere ir al baño y abre la puerta... Necesito a Chuuya... Sé que lo veré pronto pero aún no sé cuándo.

Por lo pronto, me salí de la habitación con un abrigo y fui al jardín. En teoría no puedo salir de noche porque es peligroso pero la verdad el insomnio no es algo que contemplaron cuando hicieron el reglamento, así que me senté en la esquina, en una parte que era más tierra que otra cosa, en dónde me quedé en cuclillas mientras dibujaba algo con una ramita.

Me quedé viendo mi dibujo. Definitivamente Chuuya es el dibujante de esta relación, porque el pastel que dibujé parece una caja de sombrero con 5 palitos encima, pero creo que es lo mejor que puedo hacer si tenemos en cuenta que usé tierra y una rama. Me quedé en silencio mirando mi dibujo, para después ver la hora en mi teléfono.

12:00 am

-Feliz cumpleaños, Dazai -susurré en voz baja -. Bueno, es hora de pedir un deseo

Deseo poder abrazarlo pronto

Y soplé las "velas", viendo como mi dibujo se deshacía en su mayoría, aunque la base del pastel seguía intacta.

No saben cómo quiero poder verlo pronto. Me hace tanta falta...

***

-Mmm -murmuré en mi futón

-Dazai, despierta -dijo una voz muy familiar

-No quiero... -me arropé e hice bolita, dándole la espalda a esa voz por completo

-Dazai, tenemos que irnos. Además, son las 9:30, ¿Que haces dormido todavía?

De pronto caí en la cuenta de algo

Esa voz.

¿Odasaku?

Mi estúpido compañero -SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora