Chuuya

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Quiero aferrarme a la idea de que tiene razón 

El resto del tiempo que pasamos en la granja tuvimos unos días muy románticos. Lo llevé al pueblo de noche, a qué viera como alumbraban la calle con las farolas y escuchaba a mis músicos de calle, pasamos tiempo juntos, abrazados, teníamos pequeñas cenas románticas entre los dos dentro de mi habitación. A veces íbamos al jardín, él se acostaba en mis piernas y yo le acariciaba el cabello, dejándole besos en la frente entre risas, nos acostábamos juntos en la hamaca a conversar, hacíamos peleas de almohadas; una noche incluso me enrolló con las cobijas y no me soltó.

-Así me aseguro de que no te escapes -decía entre risas, para después comenzar a besarme sin que yo pudiera hacer nada o decirme cosas realmente bonitas.

También ayudábamos a mi tío a cuidar las vacas y ayudábamos a mi tía en la granja o jugábamos con mis sobrinos.

¿Y que creen que hice? Bueno, convencí a cierto chico bonito de ojitos avellana para que por fin se subiera solo a un caballo.

Estaba muerto de miedo, me hizo prometer que estaría con él incluso si se rompía la espalda, pero después de unos 10 minutos montado, dejó de aferrarse con fuerza a la silla, relajándose un poco.

Aún le dan algo de miedo, pero me hace muy feliz saber que poco a poco se va relajando. Además de que Hook es la cosa más tierna cuando se trata de enseñarle a montar a alguien, es realmente paciente. Pero lo que más me gusta es esa sonrisa que tiene, abrazándose al lomo del caballo mientras va viendo el paisaje, aunque vayamos realmente lento.

Me tranquiliza tanto y me hace tan feliz saber que poco a poco va soltándose, que poco a poco va dejando salir las cosas que le duelen y comienza a disfrutar lo que tiene ahora.

Él no lo sabe, pero lo que hizo de lanzar los papeles al fuego es algo que, en mi opinión, es realmente valiente. Decidió dejar ir su pasado y disfrutar de su presente, decidió dar un enorme paso hacia delante e intentar no mirar hacia atrás. Estoy realmente orgulloso de él y espero con todas mis fuerzas que sepa que no lo digo en juego, sino que realmente sienta lo orgulloso que me hace sentir el como se esfuerza cada día por seguir adelante.

Lo que me pidió Dazai es algo difícil, ¿Saben? Saber todo de él y no poder decirle, no entiendo exactamente porqué me lo pidió pero, aunque muero por decirle que le pasó a su familia, es un secreto que me llevaré hasta la tumba. A no ser que él mismo me lo pida.

Pero debo reconocer que, después de haber tirado los papeles al fuego, se ve mucho más tranquilo, se le ve en la mirada, en el rostro, es mi Dazai dulce y feliz al que tanto quiero, solo espero que ver a su mamá no le afecte para mal.

Lo primero que hicimos al volver a Yokohama fue hablar con el profesor Oda, a quien, por cierto, casi le da algo al saber de sus papeles, para poder ir a la ciudad de Fukushima, en dónde se encontraba la mamá de Dazai.

De Yokohama a Fukushima son 4 horas en auto, por lo que nos fuimos cerca de las 6 de la mañana para estar en el cementerio a las 10:30, el profesor Oda dijo que se quedaría fuera todo el tiempo que tardáramos, pero que quería ir a comer por ahí, así que sabíamos que tendríamos un máximo de 3 horas y, aunque Dazai decía estar tranquilo, se veía sumamente nervioso, emocionado y un poco asustado. Estaba golpeteando sus dedos contra sus piernas al tiempo que se mordía las uñas, dando pataditas con sus pies contra el asiento del copiloto, el cual estaba vacío.

-Oye -murmuré tomando su mano con una sonrisa para que dejara de morderse -. Todo va a estar bien, voy a estar contigo

Y aunque asintió varias veces, se veía igual de nervioso que antes, aunque sus manos estaban más tranquilas y no se mordía con ansias.

Mi estúpido compañero -SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora