Mi estúpido compañero -Soukoku

Chuuya

Él la necesita a ella más que yo

El abogado ha estado viniendo de vez en cuando a la escuela. La mayor parte del tiempo habla con el profesor Oda, pero a veces mandan llamar a Dazai.

Le dije que no voy a insistir en que me cuente que es lo que le dicen, aunque no puedo negar que muero de la curiosidad. Pero no, voy a respetarlo, no quiero volver a tener una pelea como la del otro día, no de nuevo.

Estos días lo he visto mucho más tranquilo y feliz. Sigue tensándose cuando lo abrazo o le llego de sorpresa, pero se relaja antes, incluso ha llegado a abrazarme de la nada y me sonríe.

Son cosas que extrañaba como no tienen una idea y que aprecio muchísimo cuando lo hace.

También come mejor, aunque solo se sirva una vez, pero ya baja en las 3 comidas conmigo. Aún no duerme bien, de hecho se queda despierto varias noches pero no importa, ya no ha tratado de fingir que no duerme. Me pregunto en qué pensará cuando no puede dormir. Sé que tiene pesadillas seguido, me ha despertado gritando en más de una ocasión, sudando y respirando de manera agitada. A veces incluso despierta dando patadas o comienza a llorar en cuanto me ve, lanzándose a abrazarme, pidiéndome que no lo suelte.

Nunca me cuenta que sueña pero sé que no son cosas lindas. Las cosas lindas no te hacen gritar de ese modo ni te hacen llorar, y aquí estoy yo para abrazarlo en cada pesadilla, esperando a que no tenga ninguna otra de nuevo y esté tranquilo. Aunque estos días las pesadillas han sido más concurrentes de lo que me gustaría admitir, ninguno de los dos ha dormido bien pero no quiero reclamarle mi falta de sueño porqué sé que no lo hace adrede sino que realmente está mal.

-Pero tienes que dormir -dijo Kunikida -. Aún te quedan dos exámenes y estás muy distraído con todo el asunto de Dazai.

-A veces me pregunto si eres mi amigo o mi mamá -bromeé mientras me estiraba en el asiento de biblioteca -. Todo esto pasará y ambos dormiremos mejor, yo lo sé

Estábamos estudiando el último tema de matemáticas, álgebra. Ciertamente lo detesto por eso de las matrices pero Kunikida parece entenderlo muy bien y necesito sacar un 4 para no reprobar la materia.

Estoy muy nervioso, no solo por mi posible 6 en matemáticas, sino porque Paul ya me dijo que ya compró su boleto para venir por mí a Yokohama, estaremos juntos un mes, hasta siento raro. Pero lo que más nervios me da es decirle sobre Dazai.

Mi abuela ya lo sabe y se lo tomó bien, ¿Por qué Paul se lo tomaría mal?

Bueno, es que es Paul, la persona que se enoja por cualquier estupidez y grita por nada. No estoy del todo preparado para decirle. Hago el escenario mental y me muero de nervios.

-¿Que te parece esto? -le dije a Kunikida -Oye, Paul, ¿Recuerdas que te dije que me gustaba una chica muy divertida y bonita? Bueno, te presento a Dazai, tu cuñado

-Te mandará por la borda -dijo Kunikida sin despegar la vista de su cuaderno

-Es verdad -bajé la mirada y coloqué la mano en el mentón -¿Y que tal algo como...? Paul, ¿Recuerdas cuando me explicaste que son las parejas? Bueno, te presento a Dazai, mi pareja. Muy tonto, ¿No?

Volteé a ver a Kunikida, quien giró los ojos al tiempo que cerraba su cuaderno.

-¿Que te parece si estudias y luego le dices a tu hermano acerca de que la chica de la que le has hablado todo el año es un maníaco suicida que duerme contigo?

Auch.

Aunque tiene razón, primero debo concentrarme en salvar álgebra y después veo como le hago con mi hermano. Creo que me gritará más si repruebo algo que tenga que ver con matemáticas, todo por su estúpida carrera.