Dazai

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Las citas por video llamada no suenan mal

Tendremos un bebé

Esas palabras... Se supone que debería tomarlas bien, ¿No? Quiero decir, mi mejor amigo va a ser padre, es de las cosas que ha querido, está comenzando a cumplir sus sueños al lado de la mujer que ama, es una buena noticia... ¿No es así?

-Tiene 6 semanas -dijeron mostrándome una foto borrosa en blanco y negro a la cual no le encontré ninguna forma

Tomé esa foto porque era incómodo que no la quitaran de mi cara, aún sin alcanzar a verle forma. ¿Realmente eso era un bebé?

-Si todo va bien, nacerá a principios de junio -intervino Kōyō con una voz realmente alegre

Pero no pude más que alzar la vista con cierto espanto.

¿Junio? ¿Principios de junio? Quieren decir... ¿Que también mi cumpleaños se irá?

Un bebé. Todos sabemos lo que dicen, cuando llega el bebé, el perro se va, ni siquiera soy hijo adoptado de manera oficial, vivo con ellos bajo el programa de padres temporales porque no pueden adoptarme por la diferencia de edad, en cambio ese bebé será hijo de ellos, con la mirada de ella, la sonrisa de él...

Y nacerá a principios de junio.

Eso sí realmente es como un reloj suizo, porque nunca falta que el bebé decida nacer 3 semanas después y si lo hace podría nacer por mi cumpleaños e incluso ese día... Y así dejará de lado absolutamente todo lo que tengo... Y no estoy listo para ello

Y no es que esté pensando en tirar a Kōyō por las escaleras, sino que, bueno, no estoy preparado para eso, no quiero perder el cariño de Odasaku y de Kōyō, no quiero que me hagan de lado, me gusta la familia que tenemos, y no quiero perderla, no estoy listo.

-¿Dazai? ¿Estás bien? -preguntó Kōyō aún con su sonrisa alegre

Pero antes de decir nada, corrí hacia la puerta. Corrí y corrí lo que mis piernas me dieron, pasando por las calles y puestos hasta que sentí que mis pulmones quemaban, eso de correr largas distancias no es lo mío, definitivamente, así que tomé un autobús, ¿A dónde? No lo sé.

Kōyō y Odasaku comenzaron a llamar al teléfono, pero no me sentía bien para responder. Un bebé... Me aterra que me hagan de lado por el nuevo bebé, no estoy listo para eso, definitivamente no.

Al llegar a la última parada comencé a caminar hasta llegar al río, el cauce era tranquilo, había muchas piedras pequeñas y poca gente a la que pudiera hacerle daño si lanzaba una piedra, así que comencé a lanzarlas, cada una con más fuerza mientras las ideas se apoderaban de mi cabeza.

Un bebé, ¿Me harán de lado? ¿Mis abuelos me seguirán queriendo? ¿Tendré aún los abrazos de Kōyō y Odasaku acariciando mi cabello? ¿Tendré mi cumpleaños para mí? ¿Seguirán cuidando de mí y queriéndome? ¿O... Solo seré un estorbo más...?

Una a una las piedras caían mientras mis impulsos de llorar se hacían más grandes, pero al momento de ver la cantidad de llamadas perdidas, comencé a sentirme como un asco.

Mi mejor amigo me dijo que va a ser papá y yo solo supe huir de ahí. No creo que un buen amigo haya hecho lo que yo hice, es decir... La cara de tristeza de Kōyō, la mirada de Odasaku de confusión... ¿Por qué no solamente pude sonreír y decir un "felicidades"? Es lo que cualquier persona normal habría hecho, ¿Por qué yo no?

Hablar con Chuuya ayuda muchas veces cuando me siento confundido o triste, incluso pude decirles a Kōyō y Odasaku como me siento al respecto, ellos dicen que no cambiará nada, pero no lo sé.

Mi estúpido compañero -SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora