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La mirada de ambos está fija en los ojos del contrario, la mano derecha de Jimin, acaricia y jalonea los mechones de cabello húmedos. Las manos de Jungkook, recorren la piel de la espalda del castaño hasta detenerse ya sea en sus glúteos, cintura o muslos.
El chico posa su frente sobre la del millonario, los movimientos pélvicos del mayor se unen en una deliciosa y fogosa danza junto al vaivén de caderas del menor.

Jimin extiende su cuello elevando su rostro, cierra sus ojos al sentir dolor y placer que poco se desvanece al sentir las manos de Raven, recorriendo su cuerpo desnudo.

—Jungkook —articula con voz cansina y excitada.

En definitiva, los cuerpos de ambos se vuelven uno solo cuando hacen el amor.

—Jimin —suelta el mayor, presionando con ambas manos los glúteos del castaño, mientras deja salir su esencia dentro.

Jeon reposa su sien sobre el hombro izquierdo del chico, Park a recuesta su rostro sobre la camisa de vestir color blanco del millonario. Sus respiraciones son algo que se le podría llamar descoordinación. Inhalan y exhalan mientras las manos de ambos tocan de forma tierna y acogedora el cuerpo del otro.

—Se te hace tarde —dice el menor, con voz agitada rompiendo el silencio.

—No importa —susurra Jeon, dejando un beso sobre la clavícula de Jimin.

—Claro que importa, debes ir a trabajar —dice entre risas el castaño.

—Prefiero quedarme a tu lado —confiesa el pelinegro.

—Creo que fue suficiente con el día de ayer —le recuerda el menor, mientras con sus manos hace el cabello del mayor hacia atrás.

—Está bien —murmura Jungkook.

El pelinegro, alza el cuerpo del chico para salir de su interior, provocando que un leve quejido abandone la boca del menor.

—Jimin —lo llama Raven.

Sin decir nada, el castaño toma el rostro del mayor con sus manos haciendo que ambos se miren fijamente.

—Déjame cuidarte —le pide el pelinegro—. Déjame quererte como nadie más lo ha hecho y como nadie más lo hará. Permíteme ser y hacerte feliz, déjame ayudarte.

—Jungkook —musita el castaño. —¿Me quieres en serio? —lo cuestiona.

Jeon, suelta una carcajada, Park, alza sus cejas y lo mira asombrado.

—Vamos a dejar algo en claro, corderito —habla Raven—. No voy por la vida diciéndole a todo con el que tengo sexo que lo quiero. Te lo digo solo a ti porque me gustas y porque me tienes, y ya.

—No tengo nada para ofrecerte, Raven —replica el menor, descendiendo su rostro.

—Claro que sí —dice Jungkook, alzando el rostro del castaño con su mano derecha. —Tienes lo que necesito y lo que quiero junto a mí —puntualiza el mayor.

El millonario deja un beso sobre los labios del menor, se pone de pie cargándolo, lo deja sobre el colchón y luego se gira para cambiarse de ropa para poder ir al trabajo.

—Le pedí a Dave, vernos en mi oficina —comenta Jeon, mientras se coloca un pantalón limpio.

—Ok —se limita a decir el castaño.

Jungkook coge otra camisa para reemplazar la que utilizaba con anterioridad, toma el saco, se lo coloca y se mira en el espejo de la habitación.

—Si quiero —dice repentinamente el castaño.

—¿Quieres qué? —pregunta el millonario, girando sobre sus talones.

—Estar a tu lado —murmura, nervioso el chico.

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