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Raven, se encuentra en el balcón del pent-house, sus dedos índice y medio sostienen un cigarrillo. Cierra sus ojos y alza su rostro con el fin de que los rayos del sol no dañen su visión, extiende su mano derecha y la lleva hasta su boca.
Coloca la punta del cigarrillo entre sus labios, inhala y segundos después exhala toda la nicotina, escucha el agua de la ducha correr, aun con sus ojos cerrados, recuerda lo sexi y atrevido que es su esposo en la cama. Relame sus labios y luego sonríe ladinamente.

Abre sus ojos y desciende su rostro, le da una calada más al cigarrillo, se gira sobre sus talones y lanza la mitad del cigarrillo al suelo.

Camina hacia dentro del apartamento, viste nada más su pantalón y calza sus zapatos, intenta ser un poco silencioso al escuchar la voz de Jimin, en lo que parece ser una conversación.

—No —dice Jimin, mientras toma su ropa interior del suelo. —Mierda, te estoy diciendo que no —repite exasperado, colocándose de forma torpe su ropa interior, mientras Jungkook lo mira y escucha desde el umbral de la puerta. —Habíamos hecho un trato, ella no puede hacernos esto —suelta el castaño, girándose para buscar su pantalón, encontrándose con la mirada curiosa y molesta de Jeon. —Está bien, está bien, te llamare para que nos veamos —culmina.

Jimin recoge su pantalón, mientras Raven niega.

—Buenos días, corderito —lo saluda el mayor, entrando de una vez por todas a la habitación.

—Buenos días, cariño —corresponde el saludo el menor, mientras lanza su celular a la cama de forma brusca.

—Creí que amanecerías feliz, después de lo bien que la pasamos —comenta Jeon, colocándose la camisa.

—Si, yo también lo pensé —balbucea el castaño terminando de vestirse.

Toma su celular y se enfoca en el.

—Vas acompañarme al trabajo —suelta el pelinegro, sorprendiendo a Jimin.

—No, eso sí que no —se opone de inmediato.

—¿Por qué no? —lo interroga Jungkook, mientras termina de abotonarse la camisa.

—Porque no —responde a la defensiva el castaño.

—Date prisa, se me hace tarde —le informa Raven.

El pelinegro toma su saco con su mano izquierda, y luego camina hacia el ascensor.

—Te dije que no —le recalca Jimin.

—Y yo te digo por segunda vez que te des prisa —dice molesto Jeon, presionando el botón de la puerta del ascensor.

—Debo cuidar a Hope —le recuerda Park, haciendo bufar al mayor.

La puerta del ascensor se abre, Jungkook se gira sobre sus talones y camina de forma apresurada hacia Jimin.

—¿Qué? —lo reta el castaño.

—Camina —le ordena Raven, tomándolo del antebrazo derecho.

—No me he colocado mis zapatos —protesta Jimin.

—Recógelos y camina —le indica el pelinegro, sin soltar el agarre del antebrazo del menor.

—Eres un impaciente y un arrogante —lo ataca Park, tomando sus zapatos, mientras se coloca de forma torpe las pantuflas del hotel.

—Entra y cállate —le pide Jeon.

—Eres insoportable —parlotea el menor.

—Y tú —lo mira desafiante, Jungkook. —Eres un dolor en... —Raven, guarda silencio al ver los labios de Jimin.

RAVEN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora