Natalia "Naty", una jóven de 20 años de edad, que estudia para ser una diseñadora gráfica algún día, fanática de la serie de hadas más popular de la historia, Winx Club, se encuentra corriendo rumbo a la universidad porque casi es su hora de entrada, por suerte no queda tan lejos.
— "Si correr 6 cuadras para llegar a la universidad no es tan lejos, déjame decirte que te levantaste con el pie equivocado" — Se dijo a si misma en sus adentros mientras cruzaba la tercera cuadra.
Ahí podemos ver una chica de mediana estatura, piel morena con su cabello liso-ondulado negro amarrado a una cola de caballo, ojos oscuros, cejas no tan gruesas, vestida con un pantalón bicolor, un lado es blanco y el otro es azúl jeans, una camisa azúl con estampados de flores y unas botas negras, un bolso morado no tan grande, corriendo como si no hubiera un mañana por las calles cruzando cuadras para llegar a su destino.
Sentía que el aire se le salía con cada corrida que daba.
Justo una cuadra más necesitaba para poder llegar a su destino, no pensó dos veces antes de cruzar y adentrarse al camino, grave error.
No se fijó que la luz del semáforo estaba en verde antes de ser impactada por un auto y ser lanza a unos metros de distancia.
Lo último que vio antes de cerrar los ojos fue a uno de sus compañeros ir por ella y los autos estacionados para ver si estaba bien o no.
— "Nooo, ya es mi hora? Eso me pasa por distraída y apurada, ni siquiera pude despedirme de mi madre, por favor señor, debe otra oportunidad, aunque sea para decirle adiós" —
Esos fueron sus últimos pensamientos y plegarias antes de cerrar los ojos y ver solo, oscuridad.
•
Pov- Naty.
Abrí los ojos, esperando a encontrar la luz al final del túnel del que tanto se habla una vez que cruzas al otro mundo, aveces me pregunto ¿ Cómo pueden saber eso sí ni siquiera estás muerto aún?
Sea quién sea que haya dicho eso, déjame decirte que es mentira, porque ahora mismo, no estoy en un túnel que se conecta con la vida y la muerte. Justo ahora estoy viendo un techo de madera y un candelabros.
Parpadee para estar segura de que lo que estaba viendo, en mi casa no tenemos candelabros y mucho menos un techo de madera. Sentí una puntaza en mi cabeza, un pequeño dolor, pero no es tan fuerte como los anteriores dolores que eh sentido a lo largo de mi vida.
Me incorporé y pude notar un espejo que está al frente y lo que ví, me dejó sin palabras.
Esa no era yo...o si?
En el espejo ví a una niña de masomenos 6 años, su cara es más fina y un tanto delgada, su piel es clara, su cabello está atado a dos coletas, y es de color... azúl oscuro, de mismo tono que sus ojos achinados, sus labios son finos pero los siento suaves.
Porque siento que ella ya la conozco.
No sé si estoy alucinando pero su cara, tiene una expresión de sorpresa, lleve una de mis manos a mi mejilla y la niña del espejo hizo lo mismo que yo. Ambas nos tocamos la mejilla.
¡¡¿Que está pasando?!!
Antes de que pudiera grita o hacer algo, la puerta se abrió haciéndome sobresaltar de la impresión y apartando mi mirada del espejo. Mi vista se clavó en la de una pareja que entraron con una sonrisa dulce por así decirlo.
La mujer adulta que entró lucía bellísima, con rasgos asiáticos, su cabello es de un tono negro recogido en una cebolla con dos palitos que suelen o solían usar las mujeres asiáticas para recoger su cabello y no dañarlo en caso de incidentes, su pollina o flequillo que tiene en la frente la hace resaltar para completar dicho peinado al estilo japonés o chino. Sus ojos son similares alos que ví hace unos momentos, azules oscuros como el mar infinito, su piel es clara, no tiene mucho de maquillaje, solo tiene una sombra de color morado en ambos ojos, su naríz es pequeña y perfilada, sus labios también son finos y de un tono melocotón. Trae puesta un especie de kimono japonés de color azul celeste con estampados de flores rojas, déjenme decirles que luce muy hermosa.
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¡¡¡¿YO SOY MUSA?!!!
FanficNaty, una jóven normal que tenía una vida normal, era fanática de la famosa serie animada Winx Club, su hada favorita de la serie es Musa, la hada de la música. Un día, mientras ella iba corriendo para llegar a la universidad, no se fijó por sus al...