¡¡¡¿YO SOY MUSA?!!!

Cap 41: Grietas Dimensionales

El almuerzo de ayer fue agradable y no fue tan incómodo como creí, a excepción de Helia que se mantuvo callado la mayor parte del tiempo cuando las hechiceras hablaban y hablaban sobre mis citas y apostaban con cuál de los dos formaría una relación oficial.

Ellas nunca saben cuándo cerrar la boca.

Cómo mis padres ven a Helia como un segundo hijo, le arreglaron una habitación que está al lado de la mía, siempre creí que Helia y Musa eran medios hermanos por ser asiáticos, me alegro de Iginio no volviera canon esa teoría, porque la verdad me da una fea sensación de verlos a ellos como hermanos.

Gracias a mamá le hicimos una habitación extra para el rey Garomius, elegante y cómoda para su hospedaje de una noche.

Ya amaneció y fuí la primera en despertarme. La habitación la acomodé colocando muchas camas para mí amigas, Octavia le costaba aparentar estar bien y normal ante Galatea. Es comprensible, no todos los días viene la princesa del reina a la casa de una familiar normal y pasas la noche como si fueran amigas de toda la vida.

—"Me alegra ser la amiga de Musa, le doy mi pésame a quien la tenga de enemiga"—Fueron los pensamientos de Octavia luego de procesar todo lo ocurrido con anterioridad.

De vuelta en el presente, me cambié y deje a mis amigas dormidas y cerré la puerta sin despertarlas. Caminé a la sala y me fijé que ahí está Helia jugando con Príncipe y para mí sorpresa, Arthur también está aquí.

—Buenos días—Saludé y me senté en el sofá. Arthur se me acercó para darle unos cuántos besos perrunos.—¿Cómo estás amigo?—El perro de pelaje castaño me ladró suavemente en respuesta.—Me alegro de que estés bien, ¿dónde está la floja de tu madre?

—Esta en la cocina—Respondió Helia naturalmente sin dejar de acariciar a Príncipe.—Buenos días.

—¿¡A quién le llamas floja!?—Se quejó la princesa terrestre apareciendo desde el arco de la cocina. Con cara de pocos amigos.

—Diablos...me escuchó—Bromee sin dejar de acariciar a Arthur.—¿Que desayunamos hoy?

—Comida—Respondió la ojivioleta para volver a la cocina. Se ofendió de que la llamara floja.

Suspiré, me senté a un lado de Helia quién siguió jugando con el minino.—Me da tristeza de que te vayas a la escuela de arte hoy—Comente haciendo puchero.

—No me iré para siempre, volveré en Navidad junto al abuelo—Dijo con esa voz encantadora que tanto me gusta.

—Es bueno saberlo.—Me alivia escuchar eso, siempre pasamos las navidades juntos.—¿Sabes si Nabu vendrá?

Él negó con la cabeza.—No lo sé, desde hace días que no recibo muchas cartas de él, espero que pueda asistir como siempre lo hace.—El ambiente se torna un poco tenso.

¿Que estará pasando con Nabu? Es lo único que me pregunto, espero que parte de mis acciones no afecte parte de su vida y la "futura relación" con Layla.

—El desayuno está listo—Avisa Roxy sacándome de mis pensamientos.—Deje el resto del desayuno para los invitados, me alegra ver a Helia antes de su regreso a esa escuela privada.

—Gracias Roxy—Agradeció el nieto de Saladino empezando a desayunar.

La pelirrosa le sirvió el desayuno al canino y al minino quiénes empezaron a comer a gusto. Luego seguimos nosotros para empezar a comer tranquilamente.

Al poco tiempo los invitados ya empezaron a levantarse de uno en uno, cada uno recibió su desayuno mientras ponemos al tanto a Roxy sobre lo que sucedió ayer. La hada terrestre medio se rió en la parte donde casi perdimos a Octavia por sobrecarga de información, se disculpo por eso con la nombrada, quien simplemente le resto importancia alegando que lo superó. Eso último es mentira ya que le dió un tick en el ojo derecho delatandola.