(ONE SHOTS) scaloneta y vos. +18

Tres cachetazos. (One shot) Gonzalo Montiel +18

—Vos a mí me re gustas, wacha.

Dejó el vaso con fernet en la mesa y me dio un besito, no pude aguantar más y me pegué.

 

Sonreímos los dos, cómplices sabiendo que todo estaba mal, muy mal.

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Llegamos al predio de la AFA con papa y el tío Pablito. Yo ansiosa por verlo a él. Se me paralizaba el cuerpo de pensar en cruzarlo. Mi amorcito, mi gordo prohibido.

Nos saludamos todos y empezamos a calentar para entrenar un poco. Siempre me cayeron muy bien todos, todos en el plantel, unos caballeros. 

Peloteamos un rato con el dibu y rulli, jugamos a los toques con julian y enzo. No estaban todos, estaban llegando tarde y eso significaba una buena puteada por parte del equipo técnico. No les gustaba para nada la irresponsabilidad. Seguían cayendo unos cuantos jugadores hasta que solo faltaba el. Gonzalo Montiel.

Me había cansado de esperarlo ansiosa hasta que me di por vencida. Igual, para que me ilusiono si el tiene novia. Que me va mirar a mi, semejante lindo el.

<Ya no llega, de como que vine. Todo al pedo> Pensé y me fui a seguir jugando un rato con los chicos hasta que empiece el entrenamiento profesional.

Pasó un buen rato y mi papá, Lionel Scaloni, me mandó a buscar unas cosas que se había dejado en el auto. Rezongué por la lejanía que había hasta el estacionamiento, pero bueno, ya que no lo veía a Cachete, para algo tenia que servir aquí.

Caminé hasta que divisé el auto de papá. Estaba entre dos autos negros. En cuanto llegué me congelé. Ahí estaba Gonza hablando por teléfono medio enojado, gritaba, no tan fuerte pero lo demasiado como para escuchar que discutía con su novia. Ella le reclamaba algo y el se escusaba y se defendía. Anda a saber, que se arreglen. Menos mal que no me vio, sino iba a parecer una metida y chusma.

Para no molestarlo espere que corte el teléfono y me acerqué despacio para destrabar el auto. El auto hizo -pip pip- y Cache se volteó. Me vio y quiso sonreír, pero le salió una mueca extraña. Y si, con semejante discusión que tuvo vaya a saber desde que hora. Por eso seguro se demoró.

—Hola.

—Hola linda ¿me vienes a buscar a mí?

—No estabas tan pícaro recién cuando discutías con tu novia.

—Encima de linda, chusma. Mira vos como sos de celosa.

–Tu sueño Cachetito.

Me agache un poco para agarrar lo que me había pedido mi papa y por poco me olvido con lo nerviosa que me había puesto cuando Gonzalo me empezó a hablar así. Como me puede este tipo por dios, me gustaría olvidarme que tiene novia y chapármelo. Lo vi por el espejo que me estaba mirando el culo.

—¿Se te perdió algo, loquito?

–Mirando el paisaje nomas.

Si fuera por mi me lo comía ahí mismo, pero todo el predio estaba lleno de cámaras y era un problema que prefería evitar. Mira si mi papa se entera, me mata.

—¿Comemos hoy? -preguntó descarado sabiendo que tiene miles de compromisos.

—Te aceptaría, pero no se si llegas vivo después de venir tarde al entrenamiento. -Lo boludée un rato. Me moría de ganas de decirle que, si quería, que me coma toda como decía el Dibu.

–Estoy separado, no tienes mas excusa para decirme que sí.

—Mentira, hablas mucho y haces poco vos. Puro bla bla. -Le reclamé, pero al mismo tiempo me sorprendí, capaz que si se peleo fuerte con la trola de la novia y ahora me buscaba para descargarse.