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- quieres dejar de pensar en Julián, alias araña, que sabemos que estás loquita por sus huesos pero chica ten la cabeza aquí - me dice mi amiga Emilia y yo ruedo los ojos.
- no estaba pensando en Julián - digo y ella se ríe.
- anda a otro con tus mentiras Oriana, a mi no me mientas.
- es que tú le has visto, esta todo el día bueno.
- bueno ya callate y acaba de prepararte que vamos a llegar tarde al cumpleaños de Sebas.
- amiga somos impuntuales de nacimiento.
Terminó de prepararme tras las inasistencias de Emilia y de tanto meterme prisa, así la verdad es que una no puede estar tranquila.
- ya estoy pesada.
- dios escucho mis plegarias. - dice y yo ruedo los ojos.
- ¿nos vamos o vas a seguir diciendo tonterías?
- no venga, vámonos.
El Uber nos deja justo en la puerta de la casa de Sebas, un amigo nuestro desde pequeños.
- mira allí esta tu Julián.
- más me gustaría a mi que fuera mío - digo mientras le miro.
- bueno vamos a por un trago que tengo la garganta seca - dice Emilia sacándome de mi transite.
- pero que lindas - grita Sebas cuando nos ve a Emilia y a mi, haciendo que varias personas se nos queden mirando.
- ninguna vergüenza tienes. - le digo haciéndolo reír.
- como si no me conocieras lo suficiente.
Voy a la cocina a por un vaso de fernet y allí me encuentro a Julián recargandose su vaso.
- ¿quieres que te llene el vaso? - pregunta.
- si no es molestia - digo y él niega. - gracias.
- no es nada Oriana.
Estoy bailando con Emilia, Isabella que es la novia de Sebas, y Guadalupe, otra amiga nuestra.
- Oriana - me susurra Emilia.
- ¿qué pasa? - pregunto mientras muevo mis caderas al ritmo de Maria Becerra.
- Julián está con una chica metiéndose la lengua hasta la campanilla - me dice y yo alzó los hombros.
