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Hace unos años atrás...
Miro por la ventana del coche las calles de la ciudad condal, Barcelona.
Hemos tenido que mudarnos a España. Mi familia y yo somos de Ámsterdam pero por el contrato de trabajo de mi padre debemos de dejar mi país para venir a Barcelona. Me siento algo rara ya que estoy ilusionada pero a la vez creo que voy a echar de menos mi país de origen.
- ya hemos llegado a nuestra nueva casa, María - me dice mi madre.
Bajo del coche y miro hacia la casa, la primera impresión es que es muy grande y bonita.
Mis padres bajan las maletas y abren la puerta para pasar al interior de la casa, me dan las indicaciones de cual es mi habitación y subo hasta ella para soltar todas mis permanencias. Abro la ventana y me quedo mirando las vistas que de lejos se ve el mar.
- María, baja - escucho el grito de mi padre.
- enseguida voy.
Bajo las escaleras a toda prisa hasta que escucho a mi madre chillarme y bajo algo más lento.
- ¿Qué pasa?
- han venido nuestros nuevos vecinos - dice mi madre - hay un chico de tu edad María.
Vamos al jardín que es donde está mi padre y al asomar la cabeza veo a una mujer y a un hombre junto un niño con rastras en el pelo.
- y está es mi hija María - dice mi padre y las miradas se posan en mi.
- María soy Xavi - me dice el niño con una sonrisa. - tu vecino.
- ¿quieres ser mi primer amigo en Barcelona? - pregunto.
- nada me haría más ilusión - dice y yo sonrió. - vamos a jugar a la pelota.
- yo no sé jugar a eso Xavi.
- yo te enseño María no es tan difícil.
Xavi y yo nos pasamos un rato jugando hasta que yo ya no doy para más.
- ¿te gusta el fútbol verdad?
- mucho mi sueño es ser futbolista profesional.
- lo vas a conseguir Xavi.
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