¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Múnich está completamente nevada, como se nota que está llegando la Navidad.
Ya se suele escuchar algún que otro villancico navideño y en las plazas de la ciudad alemana ya están montados los mercadillos navideños.
Desde que soy pequeña mi madre y mi padre trabajan en un puesto navideño y ahora desde hace unos dos años yo ayudo a mis padres.
En Múnich los mercadillos navideños se empiezan a poner desde últimos de noviembre hasta el día de Navidad.
Llegó a la plaza y hoy está bastante llena, se nota que está la Navidad mucho más cerca y que los niños ya empiezan a tener menos clases y demás.
El mercadillo navideño de Múnich está considerado como uno de los mejores de Europa, la plaza Marienplatz se llena de puestos de figuritas, comida y bebida típica de las fiestas navideñas y el ambiente navideño no falta por aquí.
Mis padres en concreto tienen un puesto de comida, en el que venden Christstollen, un pastel seco con forma de pan relleno de mazapán y pasas y cubierto de azúcar en polvo. Weinachtspunsch que es una bebida elaborada con vino, azúcar, canela y clavo. Galletas de Navidad de distintas variaciones, entre otros aperitivos navideños.
- Elena, ¿puedes atender al chico? - pregunta mi madre.
- obvio que si.
Me acerco al chico y lo veo mirando los postres navideños.
- ¿cuál me recomendarías tú? - pregunta mirándome.
- para mí, mi favorito es Christstollen - digo señalandole el dulce. - está muy rico.
- pues dame ese - dice con una sonrisa.
Asiento y le preparo un trozo.
- aquí tienes Musiala, que lo disfrutes - digo con una sonrisa.
- espera, ¿me conoces?
- por supuesto que si, he oído escuchar mucho de ti por la ciudad.
Musiala, uno de los jugadores más jóvenes del Bayern Múnich, claro que lo conozco tiene un talento increíble.
- ¿cuál es tú nombre? - pregunta mirándome.
- Elena.
- pues es un placer conocerte.
- igualmente y que tengas feliz Navidad.
- te deseo lo mismo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hoy es el último día de los puestos navideños y según he escuchado decir a mis padres durante toda esta semana, hoy va a ser el día en el que la plaza más abarrotada de gente va a estar.
A parte de los ciudadanos de la ciudad también vendrán extranjeros de diferentes pueblos, ciudades y países.
Hoy están abiertos desde las diez de la mañana y es por eso por lo que ya estamos aquí recién abriendo los puestecitos.
Durante toda la mañana y toda la tarde estamos vendiendo mucho.
A las seis de la tarde encienden las luces y esta todo decorado súper bonito, luces por todos lados, canciones que se escuchan a través de altavoces, el gran árbol de Navidad.
- Elena - escucho y levanto la mirada.
- Musiala - digo con una sonrisa.
- quiero un trozo del pastel que probé el otro día.
Asiento y le preparo un trozo.
- toma, aquí tienes.
El sonríe y me extiende el dinero.
- ¿tienes tiempo para hablar o dar un paseo? - pregunta.
- no creo.
- Elena ve - me dice mi madre - y pasa un buen rato, que llevas aquí horas ayudando.
- ¿no os importa? - pregunto.
- claro que no Elena hija - me dice mi padre.
Asiento con una sonrisa y me pongo el chaquetón y el bolso antes de salir por la puerta.
- ¿a dónde quieres ir? - le preguntó.
- cerca de aquí creo que hay un belén - dice y yo asiento - y también hay niños cantando villancicos.
- pues venga vamos.
Efectivamente a unos metros de aquí hay un belén bonito que admiramos con todo detalle.
- cuéntame cosas de ti que quiero conocerte. - me dice.
Los dos nos ponemos hablar y a hacernos preguntar para conocernos más. Pasamos un buen rato hablando.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Musiala y yo hemos vuelto a quedar hoy, la última vez que nos vimos nos pasamos nuestros números y hemos hablado alguna que otra vez.
- ¿nos vamos? - pregunta mirándome.
- nos vamos.
Llegamos al centro de la ciudad donde también está todo adornado y muy bonito.
Paramos a tomar algo en una cafetería, un chocolate calentito y un donut relleno de chocolate.
- ¿tienes planes en estos días? - me pregunta.
- en familia - digo y él asiente - comida, juegos de mesa y lo típico que se hace en Navidad. - ¿tú?
- entrenamientos, comida en familia y entrenar de nuevo que ahora no hay tiempo para el descanso. - dice y yo asiento.
Después de merendar seguimos caminando, a Musiala le paran algunos jóvenes para hacerse fotos con él y él encantado se las hace.
- perdón - murmura tímidamente.
- no tienes que pedir perdón es un detalle bonito que te pares a hacerte fotos con ellos.
- al fin y al cabo me debo a ellos en cierta manera - dice y yo asiento. - ¿a parte de ayudar a tus padres, trabajas o estudias?
- estudio aunque ahora mismo no hay clases - digo y él asiente.
Vemos un árbol muy grande de Navidad en otra plaza muy grande y nos acercamos para hacernos una foto.
- mira para arriba - me dice Musiala y veo un muérdago. - ¿sabes lo que significa verdad?
- claro que lo sé.
Él sonríe y se acerca a mi.
- ¿no vamos a ser las únicas personas que no cumplen con eso no?
- no quiero tener mala suerte. - digo y él ríe.
- yo tampoco.
Los dos nos acercamos y bajo el muérdago nos damos un beso, nuestro primer beso.
