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Es la primera vez que vengo a una cancha de baloncesto a ver un partido de la NBA, vengo acompañada de mi hermano mayor Tobias y de mi cuñada Olga.
Está noche se enfrentan los Chicago Bulls contra los Lakers que son dos de los equipos más destacados de la NBA.
Nos sentamos en los asientos indicados en las entradas y antes del comienzo del partido voy a por unas palomitas ya que mi hermano y mi cuñada se están tanto un par de besos y yo estoy de sujetavelas.
El partido comienza y verdaderamente verlo en vivo es flipante, el sonido de las pisadas de los jugadores, los tiros a canastas, los puntos, los triples y los pick and roll, que es mi jugada favorita del baloncesto.
Cuando el primer set y el segundo acaban hay un descanso de 15 minutos al igual que en el fútbol y durante ese tiempo ponen la kiss cam.
- os están enfocando - nos dice Olga a mi y a mi hermano.
- yo no te voy a dar un beso Tobias - digo y escucho la risa de mi cuñada.
- en la mejilla Maddy.
- vete olvidando - le digo.
La kiss cam nos sigue grabando, mi hermano se acerca a mi para darme un beso y yo me echo para el lado y miro hacia el banquillo de los jugadores que están enfrente de nosotros, es ahí cuando me doy cuenta de que hay uno de los jugadores que nos esta mirando. Zach Lavine.
- Maddy, que Zach te está mirando - me dice Olga.
- me voy a desmallar - murmuró.
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