Capitulo 6

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Hanna

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Hanna

06 de noviembre

La mayor parte del tiempo me siento sola, un mueble abandonado en una esquina, esperando a ser usado. No pretendo engañarme, sé que en esta casa no soy alguien, al contrario, debería estar feliz de que Travis no note mi presencia la mitad del tiempo, hacerlo enojar esta al final de mi lista. Pero, me molesta esa sensación de no ser importante, siento que he perdido mi valor, no por un hombre, sino por ser desplazada, primero fue en mi trabajo, después con mis amistades, ahora es lo mismo en este rancho.

No hay día en el que las puntas de mis dedos no mueran por tomar un lienzo, mi cabeza se mantiene ocupada haciendo tareas domésticas, mientras que mi imaginación me mantiene en esa habitación iluminada, sentada frente a una pintura con una extraña historia, intentando devolverle su belleza, pensando en los diferentes ideales que tuvo su pintor original al estar creándola.

—¿Hay alguien en casa?

Abro los ojos de golpe, el vaso resbala de mis manos, estrellándose en el suelo.

Mi imaginación me traiciono una vez más, haciéndome creer que estaba en mi estudio, rodeada de un docena de pinturas.

Es la tercera vez que la veo, siempre tan puntual, sonriendo como si le pagaran por hacerlo.

—Hola —saludo, corriendo la puerta de tela mosquitera.

—¡Hola! ¿Puedes sostener esto? —interroga, tendiéndome una charola, igual a las que ha traído antes.

Hace una semana se molestó demasiado por el dinero que le di, claro, a petición de Travis. Aún recuerdo cómo se fue, refunfuñando y pateando el suelo al igual que una niña pequeña.

Olfateo el pan, percibiendo un olor extraño.

—Mika tuvo cachorros de más, pensé en traer uno —informa, apareciendo con una bola de pelos.

Casi tiro la charola al querer huir.

—¿Qué sucede? —quita el animal de su cara, escudriñándome.

Dudo por un segundo.

La sonrisa de Sofía se ensancha, dando un corto vistazo al perro.

—Es hermoso, ¿cierto? Se que a Travis le va a encantar. Es un pastor alemán. Pensé que sería perfecto para el rancho, puede ayudar con los animales. Va a ser una gran...

Dejo de escuchar, manteniendo la vista fija en el pequeño animal, sabiendo lo que significa. Su presencia va a alterar todo el rumbo que ha tomado mi vida.

Mis oídos zumban.

Maldición, ahora todo se fue por un tubo.

No exagero, esa bola de pelos y yo no podemos vivir bajo el mismo techo. Se a quien van a desechar.

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