Capitulo 15

1.5K 210 38
                                    

Hanna

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hanna

27 de noviembre

Debo levantarme, pero no quiero. La cama se siente tan acolchonada, reconfortante, a mi parecer, el mejor lugar del mundo.

Solo por hoy, voy a permitir que Travis se despierte sin mí, que prepare su propio café. Como dijo un día, es capaz de preparar el café por sí mismo.

—Hanna.

—Mmm —ronroneo.

Froto mi rostro, igual que una gata que busca cariño. Mala comparación.

—¿Vas a levantarte? —interroga.

Merito la respuesta.

Sigo escondiendo mi rostro en la curva de su cuello, importándome poco lo inapropiado que luce esto.

—No —susurro.

Ni siquiera puedo abrir los ojos, estoy demasiado cansada como para hacerlo.

—¿Dejaras que me levante? —interroga.

Abro los ojos.

Lo noto. No ha movido ni un solo músculo, sigue en la misma posición, pasible como un soldado en formación.

Prácticamente estoy sobre él, utilizándolo como a una almohada, una cálida y acolchonada almohada.

—Quizás —dejo escapar en un susurro.

Recibo un gruñido de su parte, tan poco elegante que logra asustar.

Cautelosa, me alejo poco a poco, dejándolo libre.

Remplazo su cuerpo con las cobijas y una diminuta almohada, refugiándome en ellas.

—Debo ir a trabajar —informa, levantándose de la cama.

El colchón vuelve a tomar forma frente a mí, con la ausencia del peso de Travis, ya nada lo obliga a estar hundido.

Lo observo, en silencio.

Quiero pensar que duerme con playera por el frio que hace, no por la intrusión que me he vuelto al mudarme a su habitación. En el tiempo previo a que nos casáramos, nunca lavé tantas playeras como lo he hecho ahora.

Gravó su rutina en mi mente, detallando en su forma de estirarse por las mañanas. Como zarandea su pie izquierdo en el aire, desasiéndose de una mano invisible que lo molesta o del polvo en su pantufla. Camina con la espalda recta, desfilando hacia el baño.

Me giro, mi mirada apunta al techo, observando las vigas de madera, las diferentes figuras oscuras que toman forma en el color café.

La ducha suena, recordándome que ya hay agua caliente. Travis lo arreglo.

Travis arreglo la ducha caliente por mí.

Sonrío. Lástima que mi estomago protesta ante esa diminuta acción.

Vida Soñada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora