Hanna
29 de enero
Paso la brocha por los bordes de la escultura, desasiéndome de la degradación del material. Solo un ojo experto podría ver ese defecto, como la pintura se consume al no ser tratada como se debe.
-Señora Johnson, la buscan -informa Kara.
Le hecho un vistazo, asintiendo.
Devuelvo mi atención al frente, dándole forma a los últimos detalles.
El golpeteo de los tacones de Vera resuena en mi estudio.
Dejo los instrumentos aun lado, extrañada.
Conseguir que Vera se tome un descanso del trabajo es sorprendente, ni si quiera ha faltado un solo día porque yo esté aquí, según ella, está muy feliz de que este aquí, pero, aun así, no piensa tomarse días libres para sacarme a pasear. Hay ocasiones en las que pienso que en el fondo es muy tacaña.
-¿Llegó la correspondencia? -pregunto, dando un salto para poder bajar el banquillo.
-No, Hanna. No ha llegado nada para ti -rueda los ojos, cansada de la misma pregunta.
Me limpio las manos con un trapo, la pintura que debo reparar queda a la vista, saludándome.
-Eso es bueno -determino-. Así puedo tener más tiempo para reparar la pintura e ir a casa, pienso golpear Travis en sus abdominales por mantenerme en esta agonía. Estoy esperando a que me traigan unos materiales nuevos, tengo tiempo de sobra.
-¿Aun crees que terminara enviándote los papeles de divorcio?
-Espero que no.
Todo este tiempo he estado revisando la correspondencia, cualquier cosa que provenga de algún abogado. Claro que mis nervios crecen con cada día que pasa sin noticias de mi esposo, estoy esperando a que la bola de nieve que cae en picada me alcance.
-¿Y eso? -señala la escultura, recelosa.
-Me pidieron que le diera un vistazo. Ya un curador metió sus manos en ella, hizo un buen trabajo. Solo me encargué de perfeccionar algunos detalles.
-Ese no es tu trabajo -reclama.
Suelto un suspiro.
-Solo es un favor, Vera.
-No lo es. Te quieren retener aquí. Otra cosa es que no lo quieras ver.
-No me quedare -sentencio.
-Ya lo veremos.
Arrojo el trapo a la mesa, frustrada.
No voy a quedarme, no importa cuánto ofrezcan, supliquen o lloren. Soy firme en eso, persistiré, aunque los demás digan que no lo conseguiré. Ya tengo una vida, una que está lejos de aquí. No voy a quedarme por siempre aquí, seria volver a lo de antes, y no quiero hacerlo. Me gusta venir de paso.
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Vida Soñada
RomancePor cientos de años, las personas destinadas a pasar el resto de su vida juntos se conocían en algún bar, parque, instituto, en el trabajo, incluso, en la calle. Siempre fue así, excepto para Hanna, quien al ya no tener nada que perder, decide encon...