𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 | Gojo Satoru

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G O J O

Leía y leía los informes frente a mi, no quería que Nanami me cortara en veinte pedazos y me vendiera por kilo.

Mis responsabilidades habían cambiado ahora y era mi momento de hacerme cargo de un negocio que por ley me pertenecía desde que nací, pero no era fácil... Nada fácil.

—¿Vas a comer algo?— Johanne había aparecido desde el pasillo de la cocina a la sala. —El niño está comiendo.

Mi celular comenzó a sonar.

—En un momento voy.— lo saqué de mi bolsillo y dudé en contestar; era Mei.

Por un momento me cuestioné en deslizar y contestar la llamada, pero lo hice.

—¿Qué ocurre?— hablé.

—¿Desde cuando tan serio Satoru?— oí cómo reía un poco. —¿Tienes algo de tiempo disponible?

—¿Pará qué? ¿Qué necesitas?

—A ti. Necesito hablar contigo.— suspiró. —¿Puedes o...?

—Estamos hablando ahora.

—Quiero verte Satoru.

Miré detenidamente el reloj en la pared y eran las 8.30 de la tarde.

—¿Dónde siempre?— suspiré.

—¿Puedes venir por mi?

[...]

T / N

—Yo lavo los platos, déjalos ahí.— le dije a Utahime quién se estaba preparando para hacerlo. —Tú cocinas te, yo lavo.

—Estás ocupada ahora, yo puedo hacerlo.— se volteó a verme.

Estaba sentada en el suelo de la sala con un gran plano sobre la mesa de centro. Era parte fundamental de mi proyecto con Gojo.

—No digas tonterías.— solté el lápiz y alcé ambas manos. —Ya terminé, ¿ves? Sólo se lo envío para saber si está de acuerdo con el avance.

—¿A quién?

—A Satoru, ¿quién más?

—Pues no lo sé, digamos que luego de ESE —enfatizó.— incidente ni siquiera has vuelto a mencionar su nombre.

—¿Qué quieres que te diga?

—¡PUES QUE ME CUENTES ______, NO ES MUY DIFÍCIL!

—Cosas...

—¿Qué dijiste?— inquirió. —Modula, ¿quieres?— a este punto ya podía ver la vena de Utahime pronunciarse en su cuello. —No sé por qué tanto problema en contarlo. Ni que te lo hayas cogido o algo así... ¿O si?