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—Claro

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—Claro... —sonreí un poco tensa.

Abrí la puerta invitándolo a entrar. Ingresamos y, luego de darle un nada disimulado vistazo general a mi oficina, se sentó frente a mí.

—¿Te sientes mejor? Me comentaron que habías enfermado.

—Sí, bueno. Los cambios de temperatura me tomaron desprevenida. —Después de cada frase nos acompañaba un silencio que se me hacía cada vez más incómodo.

De manera rápida, le envié un mensaje a Satoru.

"¿Vienes?"

"Estoy terminando de oír el sermón de Nanami y voy."

—He oído muy bien de ti —levanté la vista de inmediato—. Por lo que sé, eres bastante buena. Debes serlo, como para hacer tu práctica laboral en esta empresa, por lo general no recibimos estudiantes. Debiste tener muy buenas referencias, ¿no?

—La verdad es que sí. —Seguí husmeando en mi computadora.

—¿De dónde conoces a Satoru? —me observó de una forma un poco particular.

G O J O

—De finanzas volvieron a llamar. Los pagos se están atrasando. —Nanami buscaba y buscaba papeles en su escritorio.

Leí el mensaje de Satoru con cierta desconfianza. Nunca suele preguntarme ese tipo de cosas en el trabajo.

"¿Está todo bien?"

Le pregunté. No había respondido mi mensaje anterior y escuchar las quejas del rubio no me ayudaban a concentrarme.

—¿Me estás escuchando? —me interrumpió.

—Por supuesto. —Mentira.

—Tendremos problemas con esto... Iré a hablar al departamento de finanzas, es más, deberíamos —enfatizó—. Hay unos movimientos que no me calzan.

—¿Terminamos por hoy?

—Aún no. —Sonó el teléfono de su escritorio—. Kento Nanami, ¿en qué puedo ayudarle?

Al verlo tan concentrado con eso, decidí ponerme de pie para marcharme.

—Hey, espera un segundo. —Me detuve antes de llegar a la puerta—. Miguel ha estado preguntando mucho por ______ últimamente.

—Ayer vino a mi oficina a hablar de eso.

—De casualidad, ¿él sabe de la relación que tienes con ella? —me vio cruzado de brazos.

—______ no quería que se supiera. Dice que la gente dudará de su profesionalismo si se enteran que es mi novia... —Tenía un punto a favor, pero el que la vean por los pasillos como una posibilidad amorosa, me sacaba de mis casillas.

𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 | Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora