|Cómo todos los días|
|Gojo|
Mi cama me abrazaba con la calidez de las sábanas. La luz casi ni ingresaba por los grandes ventanales gracias a las oscuras cortinas. Todo iba bien, todo de maravilla.
Hasta que sentí unos piquetes en mi mejilla izquierda.
—Hmm.— Me quejé contra la almohada.
—Despierta.
—No quiero.— Volví a quejarme para girarme en la dirección contraria.
—Vamos 15 minutos tarde.
—No es cierto.— Solté un murmuro apenas.
—Mira.— Un golpe en la cabeza me sobresaltó.
—¿Qué mierd...?— Me senté en un instante y con la mano sostuve el pequeño reloj que había impactado mi cabeza. —¡Megumi!
—Vamos tarde.— El pequeño ya estaba vestido y llevaba su cuadrada mochila en la espalda. Me observó con seriedad y se giró para salir de la habitación.
Al ver la hora, me lancé con impulso bajo la cama y corrí hacia el baño maldiciendo todo lo que se cruzara en mi camino.
—¡¿Por qué no me avisaste antes?!— Me asomé por la puerta y el pelinegro rodó los ojos totalmente frustrado. —Oye, no me mires así.— Entre cerré los ojos y desaparecí por la puerta para darme una ducha a la velocidad de la luz.
Salí vestido con una camiseta gris oscura, mis pantalones negros y zapatillas del mismo tono. Bajé las escaleras rápidamente evitando caer en el camino, sostuve mis gafas de sol, las llaves del auto y la mano de Megumi para correr al garage.
—Corre, corre, corre.— Decía en lo que cruzabamos el jardín.
—No puedo correr más rápido.— Me reprochó el pequeño.
—¿Por qué tienes las piernas tan cortas?— De un movimiento lo jalé del brazo para posicionarlo sobre mi hombro izquierdo cual saco de papas.
—¿Por qué eres tan irresponsable?— Decía apenas con los movimientos que le proporcionaba caminando rápido.
—¿Por qué no le dices a tu directora que un burro se nos cruzó en el camino?— Lo subí de un empujón en la parte trasera de mi auto y lancé su mochila detrás. Me senté y tras abrochar mi cinturón, acomodar el espejo, hice andar el motor y cómo si fuera corredor profesional, arranqué hacia la escuela.
—¡Eso es!— Me felicité por encontrar un estacionamiento y tras bajar al escuincle lo llevé de la muñeca hacia la entrada al colegio. —Bien, te pasaré por la ventana lateral y tú harás como que estabas en el baño ¿Si?— Analicé el plan. Sí, era un buen plan. Cuando estuve dispuesto a ejecutarlo, la desagradable voz del fósil andante nos sobresaltó.
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𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 | Gojo Satoru
Fiksi Penggemar𝐇| "Déjame grabar ese cielo que llevas en tus ojos, Satoru." AU +18 _____ es una estudiante universitaria de Arquitectura, aficionada de la fotografía y cierto albino arrogante podría ser la mayor obra de su exposición. Las cosas no terminarán co...