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T / N


—Y la muy perra casi se muere —exclamó Utahime entre la indignación y la preocupación

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—Y la muy perra casi se muere —exclamó Utahime entre la indignación y la preocupación. —Me enteré por Shoko, imagínate —Yu la veía con una expresión muy cuestionable.

—Tu nueva casa es muy linda, ______, me alegro mucho por ustedes —la ignoró.

—Puedes venir cuando quieras —le tomé una mano mientras le daba un sorbo a mi jugo.

Seguíamos en mi habitación que ordené en cuestión de segundos y gracias a Gojo, pude abrir las ventanas para ventilar el olor a muerte que rondaba.

—Ni al caso con ustedes, mejor como algo —y de un manotazo se robó la tostada de Haibara.

—¡OYE! —comenzaron a alterarse, pero mi móvil comenzó a sonar.

Intenté alcanzarlo sin tirar la bandeja con comida que tenía sobre las piernas. Verifiqué el aparato, era Ino.

Buenos días, ¿interrumpo algo?

Giré a ver cómo ese par seguía peleando.

—Nada en particular —contesté.

Qué bien. ¿Tú cómo estás? Ayer no viniste a trabajar.

—Sólo una gripe, nada grave.

Oh... ¿Te sientes mejor? ¿Gojo cuidó de ti?

—Como nadie más podría haberlo hecho.

Qué bien. ¿Cuándo vuelves? Este lugar es sombrío sin ti, el nido de víboras crece y crece —se me escapó una risa.

—Hablaré con mi médica de cabecera y te daré una respuesta certera, pero creo que mañana volveré.

Yo no lo veo tan así, tu novio es muy sobreprotector —tenía algo de razón. —Te dejo, tengo papeles que recoger.

—Gracias por preocuparte por mí.

Eres una muy buena amiga, ______, ahora recupérate porque me aburro sin ti. Adiós.

—Adiós —colgué.

De inmediato me percaté de que tenía unos mensajes pendientes por ver de la galería.

"He intentado comunicarme contigo. Apenas veas esto, llámame."

No lo pensé y marqué al número.

¡______! Gracias a Dios, ¿Estás bien? Ayer te llamé cerca de 10 veces, ya iba a iniciar una búsqueda y que cerraran las fronteras.

—Disculpa, estuve algo ocupada y no pude ver el teléfono. ¿Pasó algo?

¡Claro que pasó algo! Ven de inmediato a la galería, mujer.

[...]

𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 | Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora