N A R R A D O R
Hace 12 años atrás.
2 de diciembre.La joven pareja armaba su maleta, estaban emocionados pues este viaje era crucial en la trayectoria de su arduo trabajo para obtener el reconocimiento como lo tenía la familia de los Gojo.
—Cariño... ¿Y si lo invitamos de nuevo? Quizá si salimos a recorrer Noruega podría entusiasmarse.— habló angustiada la hermosa mujer. —Hemos dejado a Satoru muy solo.
—Nerea, ya hablamos con él.— terminó de cerrar su maleta y se acercó lentamente a su esposa. —Ya lo acordamos, ¿lo recuerdas?— la tomó delicadamente de los hombros. —Este es el ultimo viaje que haremos. Aparte, nuestro pequeño cumple años en 5 días más. Estaremos aquí con él, no te preocupes.— besó su frente.
—No quiero que nos odie... No podría soportarlo.— los ojos de la mujer albina amenazaban con llorar. —¿Y si yo me quedo y tú firmas? U—una forma debe haber...
—Cariño, sabes que no es así...— la envolvió en sus brazos. —Tengo una mejor idea. Vamos, firmamos y mañana mismo tomamos el primer vuelo de regreso, ¿de acuerdo?
Asintió entre los brazos de su marido.
—Está bien.
[...]
Por otra parte, un albino adolescente jugaba videojuegos en su habitación, desinteresado totalmente con su entorno y realidad.
—Joven Satoru...— la voz de la conocida mujer resonó por el otro lado de la puerta. —El almuerzo está listo, sus padres dicen que debe bajar a comer.
Bufó para sí solo.
—En seguida voy, gracias Johanne.— dejó su cómodo sofá individual y bajó al primer piso encontrándose con ambos padres muy animados en el amplio comedor.
El lugar era iluminado por amplios ventanales y grandes paredes blancas decorada con finos detalles dorados.
El sol estaba iluminando el blanco y largo cabello de su madre, era hermosa ante sus ojos y a los de cualquiera. Portaba un vestido blanco que hacía juego con el tono de su piel, destacando el celeste de sus grandes ojos, Nerea era simplemente un ángel. He ahí donde Satoru heredó su belleza.
A su lado, en la cabecera de la mesa se encontraba Raiko, su padre. Era un hombre de aspecto imponente, delgado, alto y de rasgos finos. A pesar de tener un rostro mayoritariamente serio, era un hombre sumamente dulce ya sea con su esposa o hijo. Nunca se le veía molesto, siempre iba sereno. Su inteligencia y audacia lo hizo un hombre de admirar si de los negocios se tratase, nunca quitándole el respectivo crédito que su tan adorada esposa merecía. Tenía una familia envidiable.
—Ven cariño, le pedimos a Johanne que preparara tu plato favorito.— habló Nerea entusiasmada al ver a su hijo traspasar el umbral del comedor.
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𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 | Gojo Satoru
Fanfiction𝐇| "Déjame grabar ese cielo que llevas en tus ojos, Satoru." AU +18 _____ es una estudiante universitaria de Arquitectura, aficionada de la fotografía y cierto albino arrogante podría ser la mayor obra de su exposición. Las cosas no terminarán co...