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T / N

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T / N

La alarma sonó con 1 hora de anticipación a lo que normalmente lo hacía. Me levanté sin hacer mucho ruido para no despertar a Megumi ni a Utahime.

Me di una ducha, arreglé mi cabello, un maquillaje sutil y ropa formal. Un traje color lavanda de 2 piezas, con pantalón y chaqueta. No era mucho pero por alguna parte debía empezar.

Agradezco profundamente el que mi madre me haya obligado a comprar un par de atuendos de este estilo, sino habría enloquecido desde ayer.

Desperté a Megumi, para llevarlo a la escuela como había sido mi rutina las ultimas semanas, pero no me quejaba.

—Buenos días...— susurré acariciando su cabello mientras bostezaba aún cubierto con las mantas. —Tu ropa está en la cama, iré a preparar el desayuno.

Asintió aún adormilado.

Me preparé un té y serví unas tostadas. A los minutos llegó Megumi bien vestido y Utahime con los ojos hinchados.

—Dios, parezco un sapo.— bostezó casi a mi lado. —Huele delicioso... ¿Por qué te vestiste como si fueras a ganar un juicio?

—No te conté.— le di el ultimo sorbo a mi taza. —Hoy empiezo mi práctica.

—Buenos días Megumi...— saló al pequeño que estaba terminando su leche caliente. —¿Práctica? ¿Donde?

—En la empresa de Gojo.

—Pff, ______ en unos meses esa cosa será tuya.— comenzó a reír. —Práctica dice... Deberías practicar cómo vas a comprarme una casa luego de que seas millonaria.

—Si sigues hablando te irás caminando al campus.— le apunté con el dedo dejando mi taza encima de la cocina.

—Si jefa.

[...]

Dejé a Megumi en la escuela y a Utahime en la universidad. Quedaba en la misma dirección que la constructora. 

No voy a mentir, me sentía asquerosamente nerviosa, pero el resto no debía saberlo.

Puse un pie con mi alto tacón en la entrada del enorme edificio. Por la entrada se movía un increíble flujo de gente. La mayoría eran hombres ancianos con trajes y maletines de cuero.

Gojo antes de dormir me había dejado un mensaje con las instrucciones para este día.

"Al ingresar, te van a solicitar tu nombre."

—Buenos días señorita.— una energética joven con un peinado prolijo se encontraba detrás del mesón de la recepción. —¿Podría indicarme su nombre?

—Buenos días. _____ Inoue.

—La nueva practicante... El señor Gojo me dio la indicación. — me sonreía amablemente. —Adelante, por favor. Utilice el ascensor de ahí.— señaló.

𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 | Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora