|37|

1.7K 227 129
                                    

T / N

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

T / N

—Está bastante bien elaborado este presupuesto ______.— estaba sentada en la oficina de Nanami. —Bastante bien.— siguió leyendo la carpeta de papeles que había traído hasta su escritorio. —Eres muy organizada.

—Creo que eso es la base para que las cosas puedan funcionar.

—Deja estos papeles aquí, yo los enviaré a archivar.—se quedó pensando un momento. —Necesito que recopiles todos los documentos para-

—¿Solicitar los permisos a la administración?— completé. —Están al final de los costos y presupuesto.

Abrió ligeramente los ojos ante lo que había dicho.

—Por primera vez me atrevería a decir que Gojo tenía razón.— eso fue más un susurro. —Pero no lo sabrás nunca. Al idiota ese se le suben más los humos y no hay como calmarlo... Continúa con lo que tengas que hacer, yo tengo una reunión que atender.

—Gracias Nanami.

Me acerqué a la puerta para abrirla y del otro lado se encontraba una persona que me parecía familiar.

—Vaya, si no supiera que estoy a punto de ingresar a la oficina de Kento, creería que estoy entrando al cielo.

Era el mismo hombre que dio el discurso en la fiesta que fui con Satoru. Su extravagante forma de vestir no me era muy difícil de olvidar.

—Ella es _____ Inoue.— la grave voz del rubio se escuchó detrás de mi. —Una practicante.

—Miguel.— estiró su mano hacia mi. —Un gusto conocerla, señorita Inoue... ¿Nos hemos visto antes? Se me hace familiar su presencia.

—Encantada...— respondí dudosa. Tenía un aura que no terminaba de convencerme, pero debía ser cortés. —Yo los dejo, tengo trabajo que terminar.— me moví por el lado del moreno, tratando de salir de la incómoda situación.

—Espero que tengas un tiempo para que podamos hablar. Siempre estoy interesado en conocer a los nuevos.

—Entra ya, no tengo tiempo.— Nanami se hizo presente y obligó al hombre a entrar a su oficina.

Al ver que la puerta se había cerrado, pude respirar finalmente. Pero un mensaje en mi celular sonó.

"¿Puedes venir a mi oficina un segundo?"

Bufé y caminé hacia la puerta que no estaba muy lejos de donde me encontraba. Golpeé dos veces la puerta avisando mi llegada.

Pase.— se escuchó desde el otro lado.

—¿Para qué me necesitas?— dije una vez puse un pie dentro del enorme espacio.

Gojo estaba sentado frente a mi, con los codos apoyado en su escritorio de madera increíblemente espacioso.

𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 | Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora