Capítulo 14

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LUNES.

Elena trabajó en el dibujo que tenía en mente, gracias a la vista que Pablo le mostró, podía hacer el dibujo de diferente manera y de un mejor ángulo.

Ya habían pasado dos semanas desde que inició sus vacaciones de verano, y un día desde el beso de Pablo.

No le mandó mensaje y tampoco él a ella, pero quería saber si Pablo podía llegar a sentir algo por alguien como ella, alguien más pequeña que él y que todavía era inexperta en muchas cosas.

Pero tampoco quería presionarlo, verse como una molestia para el joven y optó por dejar las cosas descansar.

Esa mañana la chica se levantó más temprano de lo habitual, bajó a desayunar topándose con su madre quien apenas estaba haciendo el desayuno, la saludó y se sentó a esperar el suyo. Hablaron un poco, no tanto, Elena quiso ser un poco más cercana a la mujer que la crió, pero que también le dió la espalda, le preguntó por su trabajo y sobre como se sentía.

Su madre trabajaba como asistente en un consultorio, la paga era muy buena porque era privado mientras que su padre era abogado y estaba en un bufete de abogados, algunas veces tenía que salir de viaje de negocios y las dejaba solas.

Era cuando el ambiente en la casa se respiraba mejor.

Por desgracia, esas vacaciones él no quiso salir de viaje por haber reprobado el examen, fue el castigo que usó en su contra y la manera en la que siempre podía reprocharle, también por eso Roxana estaba muy enojada con ella, porque interrumpieron sus vacaciones por "culpa" de Elena. Aunque sí le hubiera gustado salir como todas las vacaciones, ahora opinaba que gracias a eso no hubiera conocido a Pablo, y tampoco hubiera dado su primer beso.

Sonrió sin que su madre se diera cuenta. Comieron juntas, platicaron y después se despidieron. Su madre tenía que terminar de arreglarse mientras que ella debía seguir en su habitación como parte del castigo, gracias a eso, se enfocó todo la mañana en continuar con aquel dibujo que poco a poco iba tomando forma.

Seguía esperando el caballete y el lienzo, eso sería una mejor ayuda que la enorme libreta de dibujo.

Por la tarde, cuando Elena ya había comido, recibió el mensaje de Pablo y se emocionó por saber lo que quería. Abrió el mensaje y lo leyó sintiendo su corazón latir más rápido.

«Te invito a andar en bicicleta. Me comentó mi primo que hay una zona donde la gente va con bicicletas, sé que a ti te gusta andar en bicicleta y quiero llevarte, ¿aceptas esta humilde invitación?»

Un verano inolvidable #1 (✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora