Capítulo 25

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Su cabeza le daba vueltas, podía incluso sentir como punzaba de vez en cuando. Se acarició la frente un poco intentando calmar todo lo que movía dentro de ella.

—Es difícil de explicar porque no conozco todos los detalles ni el abusador. ¿Quieres continuar o nos detenemos aquí? —Elena quiso gritarle que prefería no saber nada, que era mejor seguir viviendo en la ignorancia pero también quería entender mejor a su madre biológica.

Su padre cometió el error de juzgar a su abuelita y no saber escuchar, ella no quería cometer el mismo error en su progenitora.

—Dígame todo lo que sabe —demandó con un tono de voz frío.

—Tu madre creció con amor. Yo al inicio no la quería, pero el ver cómo tu abuelo sí era capaz de quererla y amarla, me abrió las puertas para hacerlo; me costó trabajo pero pude. Ella creció con el amor al arte, algo que heredó de mí y le enseñé desde pequeña a pulir el talento que tenía, así como hice contigo. Por algún punto, cuando tenía 14 años, conoció a alguien mayor que la engañó, se aprovechó de su inocencia y su ingenuidad, y la hizo caer en una relación fuera de los límites permitidos. Un día llegó y nos comentó que estaba embarazada, nosotros creímos que era de algún chiquillo de su edad, así que pensamos en regañarla, pero la íbamos a apoyar en todo. Cuando nos dijo que el chico tenía casi los 19 años, tu abuelo se puso furioso y exigió saber quién era, tu madre la inicio se opuso, estaba cegada por un amor falso y basado en abuso de parte de él. Creo que ahí entendió la gravedad del asunto, que solo fue engañada y supo que no solamente abusó de ella, que también la violó. Nunca nos contó en que sentido así como tampoco la identidad del abusador. Cayó en una profunda depresión, la intentamos ayudar e incluso le ofrecimos la opción de interrumpir el embarazo, no quiso, se empeñó que no tenías la culpa y que merecías la oportunidad de vivir así como te la di.

—Entonces, ¿por qué no pudo quererme?

—No lo sé. Al año siguiente, a los meses que tenías de nacida, nos dijo que no podía con la presión de tenerte, de estudiar y pintar, que no estaba hecha para ser madre y tampoco lista; nos ofrecimos a hacernos cargo de ti en el tiempo que seguía con sus estudios, pero un día desapareció. Tomó dinero que tu abuelo tenía y nos dejó una nota pidiendo perdón; nunca más supimos de ella hasta años después, cuando volvió después de 4 años e intentó llevarte contigo. Para ese entonces, ella cayó en drogas y vivía en la calle, no acepté que te llevara y le pedí que no volviera si no tenía algo estable. Fue ahí cuando tu abuelo tuvo el ataque al corazón y falleció, ya de por sí se sentía mal, eso lo acabó de matar.

—¿Y cómo fue que mis tíos me adoptaron?

—Tu abuelo habló con ellos. No querían, él tenía la idea que había seguido mis pasos y que se había acostado con quién sabe cuántas personas y que de ahí naciste. Para ese entonces, tu tía estaba embarazada pero perdió al bebé meses después; fue ella quien aceptó adoptarte tal vez como una manera de sustituir al bebé que perdió. Tu tío seguía terco hasta que tu abuelo le dijo que no le quedaba mucho tiempo, y que quería ver a su nieta estable y con una familia que la quisiera. Solo por eso aceptó, él amaba mucho a tu abuelo y era capaz de todo por mi Ignacio. -Sus ojos se llenaron de lágrimas.

Un verano inolvidable #1 (✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora